RUIDO BLANCO
Otra palada más
La propuesta de Igea sabe a maliciosa venganza contra todos
Francisco Igea en una imagen de archivo
Como «no quedan alternativas creíbles» para el votante huérfano de Ciudadanos, el último superviviente del partido en Castilla y León, el exvicepresidente Francisco Igea, se ha entregado a las alternativas increíbles. Anima a que esos votos que antes eran constitucionalistas, transversales, de centro ... y bisagra para evitar el mal de los localismos ahora vayan precisamente a los partidos provinciales y regionalistas. Puede que simplemente se deba a los efectos del síndrome de Estocolmo tras más de un año habitando en soledad naranja el poblado grupo mixto de las Cortes pero a simple vista resulta una incoherencia con aquel vicepresidente que criticaba la deriva localista del «¿qué hay de lo mío?» llegando incluso a reflexionar si el futuro de este país «es la exigencia de 51 partidos provinciales». Aseguraba entonces, en 2019, que era signo de la «terrible situación»de la política española.
Este 23-J no habrá papeleta de Ciudadanos aunque Ciudadanos desapareciera de facto a finales de aquel 2019 en que Igea todavía defendía lo mismo que los que le votaron. Esa es la dovela clave que derribó con estrépito a los de Rivera primero y Arrimadas después. Un divorcio con su electorado por una errática política de pactos y un viraje ideológico constante que traicionaba lo que esperaban de ellos. Al menos para la mayoría de sus votantes Ciudadanos fue una expectativa de concordia y un anhelo de centro político capaz de pactar a un lado y otro para regenerar instituciones a través del cambio y, sobre todo, para evitar la dependencia del independentismo, regionalismos y populismos que convierten la aritmética parlamentaria en papel parafinado del zoco donde ir apuntando a lápiz las cuentas.
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La propuesta de Igea sabe a maliciosa venganza contra todos. Que sufran PP y PSOE y que sufra la ciudadanía, la inestabilidad y la injusticia que merecen por dejar que la gobernabilidad descanse en los extremos y la periferia. Si no es así la explicación es complicada y lo difícil de explicar es un error en política. Esta propuesta, para ese Ciudadanos que ansía la resurrección, es otra palada más de tierra.