«Tanto a Jesuitas como al Opus les gusta anunciar el Evangelio»

—Todo su ministerio lo ha desarrollado en Valladolid. Usted sí que es profeta en su tierra.

—Bueno, ya veremos. Sólo llevo un mes. Estoy nombrado pero ahora tengo que ser profeta.

—Nunca ha sido párroco. ¿Es su asignatura pendiente?

—Es verdad y ya no tiene remedio, He sido párroco sustituto casi dos años en Portillo y en Matapozuelos.

—Dio clases de Derecho Administrativo en la Universidad y después estuvo en el Colegio de Lourdes. ¿No echa de menos la docencia?

—La practico de otra manera, como se ha visto en esta entrevista.

—Dejar la secretaria general de la Conferencia Episcopal ¿es un respiro?

—Sí, y al mismo tiempo una pérdida. He vivido una experiencia muy gozosa, de conocimiento de la Iglesia, de personas con las que trabajo... No digo en la portavocía.

—Al menos ha aprendido a 'torear' a los periodistas.

—Me produce mucha melancolía acabar una rueda de prensa y ver los titulares de los digitales.

–¿Le han intentado convencer de que no deje la secretaría general de la CEE?

–(Mueve la cabeza y guarda silencio).