punto de vista
El debate de siempre
Luis Jaramillo
EN los muchos años de ejercicio de la profesión, jamás he escuchado al partido de la oposición en el Congreso defender o justificar los Presupuestos Generales del Estado para la Comunidad. Siempre son insuficientes, faltos de compromiso y carentes de soluciones. La cosa no iba ... a ser diferente ahora, cuando la crisis impone una fuerte carácter restrictivo a las cuentas y se reconoce un descenso en las inversiones del 27,2%. Si además sumamos el ambiente preelectoral que vivimos, hemos de concluir que el rifirafe político está servido. Hay algunos aspectos a tener en cuenta. El Ministerio de Fomento, el de las infraestructuras viarias, ha cometido la torpeza de anunciar recortes citando siempre ejemplos en la Comunidad y además no ha incluido en el documento que ha entrado en el Congreso las grandes autovías pendientes en la región, obras que se eternizan sin que se vislumbre un horizonte para ellas. Sin duda espera que la fuerte apuesta por el AVE tape estas carencias, lo que no es probable que pase porque al AVE no se lo valora en todo su potencial hasta que no está en servicio.
Aunque no es fácil acallar las críticas de la oposición, el ministro Blanco y su departamento han incurrido en graves errores de comunicación y de diálogo, porque es inconcebible que en la actual situación de crisis no haya dado respuesta a la petición de Herrera de hablar sobre las prioridades de Castilla y León, ni es explicable que se hable constantemente de un Plan Extraordinario de Inversiones público-privadas sin que se sepa a qué obras afecta ni con que apoyos financieros cuenta, habida cuenta del cerrojazo a la suelta de dinero que practican los bancos.
Es evidente que vivimos momentos de apretarse el cinturón y que el rifirafe de los PGE tratará de neutralizarlo el PSOE con sus críticas a los Presupuestos de Castilla y León que tanbién son de ajuste. Lo que no puede hacer el PSOE es pedir a la Junta que complemente con sus inversiones lo que recorta el Gobierno, cuando el propio Gobierno recorta las cantidades a aportar en los mecanismos de financiación. En cualquier caso, lo más preocupante es el reconocimiento de que no van a detener la caída del paro y ese es el gran problema de España. Paradógicamente son los presupuestos que aseguran a Zapatero que va a concluir la legislatura, gracias al acuerdo con el PNV. Otra vez más el mercadeo de los nacionalistas que tanto les beneficia pero tanto daño hace al prestigio de la política, y no está precisamente sobrada de él.
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