Investigado por la muerte electrocutadas de al menos nueve aves protegidas en la provincia de Zamora

Al parecer, dos apoyos eléctricos en una línea de alta tensión «carentes de las medidas de protección legalmente establecidas» son la causa de la muerte de los nueve animales que ya se han hallado, en el término municipal de Madridano (Zamora).

Con esos cinco ejemplares fallecidos con signos de electrocución ya encontrados, los agentes comenzaron la inspección «pormenorizada» de la línea eléctrica donde habían hallado las aves, con la previsión de poder dar con más muertos en las mismas circunstancias, según han informado en una nota difundida por la Subdelegación del Gobierno en Zamora. No en vano, el lugar se encuentra en una zona declarada como área de alta sensibilidad ambiental en época de reproducción para aves planeadores.

No lejos de la reserva natural de las Riberas de Castronuño-Vega del Duero, las sospechas del Seprona y los agentes de Medio Ambiente se hicieron realidad. Pues dentro del protocolo puesto en marcha para estos casos de protección de avifauna frente a la electrocución y colisión en líneas eléctricas hallaron en los aledaños otros cuatro cadáveres de aves que también parecían haber muerto electrocutadas.

Las necropsias realizadas en el Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CARS) de Valladolid lo confirmaron: los cuervos y busardos ratoneros habían perecido electrocutados.

Así que siguiendo la línea, la investigación buscó a su titular y responsable del mantenimiento para depurar posibles responsabilidades «por carecer de medidas de seguridad y protección contra la electrocución de la avifauna» como establece el Real Decreto de 2008 al respecto, señalan en la nota de la Guardia Civil. La línea, apuntan, «no» estaba adaptada las prescripciones técnicas obligatorias, carecía de medidas preventivas que minimicen los riesgos de colisión y especialmente de electrocución de las aves.

Vistas las «deficiencias» y con los informes periciales que confirmaron la muerte por electrocución de hasta nueve aves protegidas, se dio con el supuesto responsable, que desde el 7 de febrero está siendo investigado como supuesto autor de un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente y contra la flora y fauna por la muerte de al menos nueve aves catalogadas como especies amenazadas o incluso en peligro de extinción, como es el águila Imperial (aquila adalberti) y el milano real (milvus milvus).

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El caso ya ha sido trasladado al Juzgado de Guardia de Zamora y a la Fiscalía de Medio Ambiente. Tras la reforma del Código Penal de 2015, este tipo de hechos se contemplan en el delito contra los recursos naturales y el medio ambiente.

Cada año, recuerdan desde la Guardia Civil, se registran en España miles de muertes de aves por colisión o electrocución en tendidos eléctricos, constituyendo la principal causa de muerte de algunas especies que ostentan el máximo grado de protección según el Catálogo Español de Especies Amenazadas.