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POR MI VEREDA

El sátrapa no escucha

No se puede gobernar sometido al chantaje permanente de un delincuente huido de la justicia, el acuerdo va a ser contraproducente para la gobernabilidad del país

Cosas del cambio climático

Jesús Manuel Alonso junto a Page, en una imagen de archivo EFE
Ignacio Miranda

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Fue Sor María de Jesús de Ágreda una mujer con mucho poder en su tiempo, cuando todavía no habían llegado las mandangas del empoderamiento, el desarrollo sostenible, la resiliencia, la transversalidad y demás. Criada en una familia de profunda fe, María Coronel y Arana, como ... se llamaba extramuros, monja concepcionista franciscana –esa orden española que viste capa azul purísima para ensalzar el dogma de la Inmaculada– que fundó en su propia casa el monasterio, aunaba a decir de los biógrafos sabiduría y virtudes, aparte del don de la bilocación. Hasta el punto de que el mismísimo Felipe IV, de carácter apocado y blandito, en sus horas de tribulación solicitaba consejo a la monja soriana, como queda reflejado en una amplia relación epistolar. Ella lo mismo asesoraba en el plano espiritual que en el político, para tratar de ejercer de contrapeso al influyente conde duque de Olivares. En cuestiones de ámbito interno o exterior, ya fuera el problema de Portugal o la paz de Westfalia.

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