POR MI VEREDA
Guion bolivariano
Las regiones desfavorecidas pagando una vez más los caprichos de Cataluña. Nosotros, siervos de la gleba. Ellos, señores feudales con barra libre.
El sátrapa no escucha (04/11/2023)
Cosas del cambio climático (28/10/2023)
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónCon el jaleo de las manifas ante la sede de la PSOE en la calle Ferraz, han pasado casi inadvertidas las movilizaciones simultáneas del pasado sábado en dieciséis ciudades del oeste del país para reclamar la reapertura de la línea férrea de la Ruta ... de la Plata, entre Plasencia y Astorga, cerrada en la década de los ochenta por el incipiente felipismo. Las plataformas convocantes, bajo las inclemencias del tiempo, reclamaron una mejora de las comunicaciones entre Asturias, Castilla y León, Extremadura y Andalucía, cuatro regiones muy unidas entre sí pero con conexiones bastante deficientes en materia de transporte público.
Además, exigen al Ejecutivo central una modernización de los tramos en funcionamiento, dentro de una apuesta clara por este corredor básico y la financiación necesaria para lograr su apertura, hacia 2040, con el apoyo de la Unión Europea.
Como todos sabemos, en algunas provincias hay que echarse a la calle con pancartas y silbatos para demandar inversiones públicas de puro sentido común y estricta justicia, fundamentales para vertebrar el territorio, generar actividad económica y contener la sangría demográfica. Porque Tierra del Vino no es el Ampurdán, ni Béjar tampoco Tarrasa. Ya lo entienden. Y como las protestas han coincidido en el tiempo con la enésima cesión de Pedro Sánchez a los golpistas catalanes para perpetuarse en el poder, las comparaciones son inevitables. El cabreo ciudadano, mayúsculo.
Lo han expresado con acierto las Cámaras de Comercio de Castilla y León reunidas en La Granja, mediante una rotunda declaración que recuerda cómo desde esta comunidad «continuamos suplicando ejes viarios y ferroviarios clave para el desarrollo y una financiación autonómica que se ajuste a nuestra idiosincrasia», mientras los sediciosos del procés se benefician de una amnistía y logran una generosa condonación de su abultada deuda. Es decir, las regiones desfavorecidas pagando una vez más los caprichos de Cataluña. Nosotros, siervos de la gleba. Ellos, señores feudales con barra libre.
En la misma línea de jueces, fiscales, abogados del Estado, inspectores de Hacienda y de Trabajo, gestores administrativos diplomáticos, fuerzas de seguridad y hasta obispos, los empresarios de esta tierra recuerdan que se rompe tanto el ordenamiento constitucional como como la igualdad de los españoles ante la ley, y se obvia el estado de derecho.
«La verdadera cohesión y vertebración de un país radica en la solidaridad entre las distintas Comunidades Autónomas», insisten, al tiempo que destacan que la actividad empresarial que sustenta el estado de bienestar de España requiere certidumbre, estabilidad y seguridad jurídica. En definitiva, saltan por los aires todos los principios básicos de nuestra convivencia y nuestra democracia, erosionados y atacados desde hace casi dos décadas con la llegada al poder del infausto Zapatero, con su paranoico empeño de abrir heridas cerradas. Aquello era el prólogo. Ahora, con el autócrata de La Moncloa desatado, estamos a la mitad del guion bolivariano. Pero con tanta manipulación, mentira y fractura entre españoles, inquieta cuál será el desenlace.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete