Hospital de Órbigo (León) vuelve al siglo XV para celebrar las Justas del Passo Honroso
La localidad leonesa coge actividades y recreaciones históricas para recordar la hazaña de Suero de Quiñones para honrar a su amada
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La localidad leonesa Hospital de Órbigo ha regresado este domingo un año más al siglo XV para celebrar las Justas del Passo Honroso con las que se recuerda la batalla del caballero leonés Don Suero de Quiñones y sus nueve acompañantes en 1434 para honrar su amada, Leonor de Tovar, en una cita declarada de Interés Turístico Regional.
La celebración ha vuelto a llenar las calles de Hospital de Órbigo en una celebración en la que la fábrica de derivados lácteos Mondelez, presente en la localidad desde hace 60 años, fue nombrada 'Mantenedora de las Justas' como muestra de agradecimiento a uno de sus 'vecinos' más queridos, que el año pasado celebró los 50 años de la producción del queso Philadelfia.
Las Justas Medievales del Passo Honroso, declaradas de Interés Turístico Regional en 1998, han atraído un año más hasta el Órbigo a miles de turistas, así como a caballeros y damas medievales que han participado en las diferentes actividades propuestas, como el mercado, el campamento o las diferentes exhibiciones teatrales y musicales, que han servido para ambientar la recreación histórica del hito de Don Suero de Quiñones.
Las celebraciones han llegado a su punto álgido en la tarde de este domingo, cuando las inmediaciones del puente de Hospital de Órbigo han acogido el torneo entre caballeros medievales. Hasta el palenque llegó el cortejo encabezado por el rey Juan II de Castilla y la reina Isabel II de Portugal, junto a las damas y los caballeros. Allí, al igual que ocurrió en 1434, Don Suero de Quiñones revivió la hazaña de romper 300 lanzas contra todos los que quisieran cruzar el paso, informa Ical.
Don Suero, que llevaba al cuello una argolla y había hecho voto de ayuno los jueves en señal de amor por su dama, había pedido al rey Juan II en Medina del Campo (Valladolid) establecerse como mantenedor del paso del Órbigo y retar a todo aquel que quisiera cruzar para librarse de su esclavitud. Finalmente, se proclamó ganador, aunque sin alcanzar las 300 lanzas, y el caballero obtuvo el amor de Leonor de Trovar en el que desde entonces se convirtió en el Passo Honroso.
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