Gobernando Matrix

Occidente, más que una civilización, es ya sólo un hombre a un teléfono móvil pegado. A un plástico hueco pero resplandeciente… y fabricado en China para más inri. Con la mirada encadenada a la última novedad, acostumbrados a vivir a golpe de titular, de incendio en incendio de actualidad. Irene Montero no quería ser ministra, ella quería ser María Pombo. De ahí que se comprara un chalet y se dedique a gobernar como quien hace retos para Instagram, con el problema de que los influencers solo bailan y el desafío de nuestros políticos es que además quieren aprobar leyes. Así surge la del 'sí es sí', que como todos los retos era un ver quién la tiene más grande cuando ninguno en realidad tenía ni idea de legislar. Y en vez de en urgencias -como un inglés en Magaluf- ha terminado la cosa con ciento cuarenta violadores viendo rebajada su condena de prisión.

Hace tiempo que el Gobierno no es de este mundo. Andan más preocupados de Gobernar Matrix, que debe de ser la 'matria' aquella de la que hablaba Yolanda Díaz. Matrix: es decir la nada, pero que los socialistas se han marcado el objetivo de dejarlo tremendamente habitable, multicultural, kilómetro 0 y ecofriendly y donde, por supuesto, el Tribunal Constitucional es todo de un mismo color.

Por eso ellos se abren TikTok, mientras el mundo real va por otro lado. Lo próximo será ver a María Jesús Montero despechada cuando no le cuadren los números haciendo una colaboración con BZRP.

Y tú y yo aquí leyendo el BOE.