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Buenos días, vietnam

Ella y él se casan de forma muy original

Quizá todo lo que le falte a las bodas de ahora -religiosas, civiles y criminales- sea un poco de solemnidad

Guillermo Garabito

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Están las iglesias llenas, todas abiertas y con adornos florales de Sevilla a Valladolid. Se casan dos enamorados, pongamos que hablo de Madrid y llevan a todos sus invitados con sombrero, como si aquello fuese Ascot, pero con panamá. Y todo en nombre de la ... originalidad. La originalidad de nuestro tiempo, sobre todo llegados a una boda, es un prêt à porter de manual. Hay una generación entera que se considera «súper especial», cada individuo se cree único en su especie. No iban a ser distintas las novias de blanco, a las doce y media de la mañana, como si fuesen las primeras de toda la humanidad. Y más tarde agitarán las servilletas, como en todas las bodas, mientras imagino a la legión de invitados rindiéndose en las trincheras saturados de tanta originalidad.

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