Difíciles, imposibles, de olvidar las agónicas horas vividas el 1 de julio en Santovenia de Pisuerga (Valladolid) cuando un hombre, Pablo S., conocido como 'el Chiqui' se atrincheró durante horas con un rehén tras haber matado de un disparo a bocajarro a quien hasta ... poco antes había sido su amigo. Por delante, también se llevó la vida de Pedro Alfonso Casado, teniente coronel de la Guardia Civil, que se había desplazado desde Madrid para mediar en la situación.
Un disparo 'ciego' desde el otro lado de la puerta impacto contra el veterano agente. Llegó con vida al hospital, donde fue intervenido quirúrgicamente, pero las heridas del proyectil disparado por 'el Chiqui' con un viejo fusil Mauser que tenía eran «irreversibles». Tras cuatro días, fallecía.
En el Cuerpo no olvidan lo ocurrido ni a 'Perico', como así era conocido Pedro Alfonso Casado. Y justo un año después de la trágica muerte, la Guardia Civil rendirá un homenaje al jefe de la Unidad Especial de Intervención (UEI) de la Benemérita. Será este miércoles, en la Comandancia de Valladolid, en un acto presidido por el director general de la Guardia Civil, Leandro Marcos, quien estará acompañado por la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, y el general jefe de Zona, Luis del Castillo.
Natural de Vitoria, Pedro Alfonso Casado era un alérgico a los despachos y adicto a la adrenalina. Cuando se recibió el aviso del atrincherado con un rifle y un rehén tras disparar a un vecino, no dudó en salir de Madrid y desplazarse hasta Valladolid, donde encontró la muerte, dejando viuda y dos hijas.
Salió de la Academia de Zaragoza en 1998, al año siguiente entró en el GAR (Grupos de Acción Rural), la élite del Cuerpo, y un año después aterrizó en el que era su destino, la UEI (Unidad Especial de Intervención), el homólogo a la UIP de la Policía Nacional.
«Gran compañero y como jefe siempre daba ejemplo. Hacía antes que nadie lo que quiere que hagan otros», recordaron sus compañeros ante la luctuosa noticia. Honores y coches de la Guardia Civil y la Policía despidieron al teniente coronel en su último viaje, de Valladolid a Madrid.
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