Grupo Lince: imprimir una nueva dimensión al empleo

Así, Grupo Lince da «un paso más» en su «apuesta» por las tecnologías de futuro y ha puesto en marcha el Centro de Fabricación Aditiva Social (CFAS), un complejo destinado a la impresión en 3D. Es ya el primero de estas características de Castilla y León, con sede en Valladolid, y con el que se «consolida como referente en la economía social y en la industria avanzada». Aquí ya se emplean 20 personas. Ellas son las encargadas de la fabricación de piezas 3D para el sector de la automoción, el aeroespacial o el sanitario, así como productos para el ámbito de la dependencia. Una veintena de trabajadores que forman parte de las 750 del que es el mayor centro especial de empleo de Castilla y León, el 90 por ciento de ellos personas discapacidad. Con estas nuevas instalaciones marca un hito «muy importante» e «histórico», destacó en la inauguración la consejera de Industria, Comercio y Empleo, Leticia García. Ubicada en el polígono de San Cristóbal, en el entorno industrial cercano a la factoría de Renault en Valladolid, la planta, de más de 1.500 metros cuadrados, se distribuye en dos secciones.

Por un lado, el Centro de Fabricación Aditiva Social (FAS), donde se producen los trabajos mediante tecnología aditiva industrial, esto es, impresión en 3D; y, por otro, el Centro de Entrenamiento y Producción Interconectado (EPIC Center), donde se forman los profesionales con discapacidad para realizar trabajos vinculados a entornos industriales y por donde ya han pasado más de 60 persones para recibir su capacitación y el 60 por ciento ya aplican los conocimientos adquiridos.600.000 eurosEn total, la planta dispone de 20 boxes de formación y producción y tecnología para supervisión en remoto, para cuya construcción ha contado con el apoyo de la Junta a través de la Consejería de Industria, Comercio y Turismo a través de los programas que promueven la modernización de la Comunidad. Una inversión cercana a los 600.000 euros y diez impresoras 3D de diferentes formatos han permitido hacer realidad este proyecto, con el que Grupo Lince espera «no sólo genera oportunidades laborales, sino también contribuir a la competitividad de las empresas de Castilla y León, con productos y servicios de alta calidad» y en sectores «exigentes» como la automoción o el aeroespacial.

Noticia Relacionada

Puntadas en un patrón para hilvanar el futuro

Isabel Jimeno

Con más de medio millar de empresas, 2.300 trabajadores y 200 millones de facturación, CEOE y Junta ponen el foco en recuperar y proyectar un sector «con mucho margen para seguir creciendo»

También el sanitario. Es el caso de Ada AI Solutions, la empresa que gestiona una app sanitaria que a través del dispositivo Vulpix SmartER permite el control en remoto de los pacientes con patologías neumatológicas, «sin necesidad de visitas frecuentes al hospital, mejorando la eficiencia del sistema sanitario y reduciendo la carga para los profesionales», destacan desde la startup tecnológica, que ha decidido producir este dispositivo en el nuevo centro de Lince. Una iniciativa con la que este grupo, promovido por Asprona, busca «adelantarse a los grandes cambios que se prevén en un futuro cercano y transformarán por completo la sociedad». Y es que, alerta el director general de la Fundación Personas, Daniel Clavero, hay informes que apuntan a que el «80 por ciento de los puestos de trabajo actuales podrían desaparecer» para que surjan otros. Y ahí se quieren situar, con su particular «granito de arena» de cara a brindar un futuro a las personas con discapacidad. «Queremos que Castilla y León se posicione en la vanguardia tecnológica», resalta sobre un centro con el que están convencidos podrán «romper barreras y formar parte de la transformación laboral más inclusiva». Un centro que «no sólo abre nuevas puertas a la inclusión laboral en un sector de futuro, sino que refuerza nuestro compromiso de ofrecer oportunidades reales de desarrollo profesionales a las personas con discapacidad», destaca la presidenta de la Fundación Personas, Ángeles García.

«Es un claro ejemplo de cómo la innovación, la formación y el compromiso con la inclusión laboral pueden transformar el tejido industrial de nuestra región, posicionando a las personas con discapacidad como actores clave en sectores de alta tecnología», valora también la consejera García. Un centro que ya imprime una nueva realidad para que «aquí trabajen personas con discapacidad que lidere proyectos innovadores, como el primer empleado con discapacidad y un máster en Fabricación Aditiva».