Los Goya sonríen al leonés Néstor López, la zamorana Laura Fernández Espeso y al salmantino Javier Alvariño
Los vallisoletanos Óscar de la Fuente y Pedro Martín-Calero, la segoviana Lucía Jiménez y el charro Chema de la Peña no lograron convertir sus nominaciones en estatuillas
El chef luso Diego Duarte, campeón del V Concurso Internacional 'Cocinando con trufa'
A la derecha, vestida de blanco y con el Goya a la mejor película para 'El 47' en la mano, la productora zamorana Laura Fernández Espeso
El Palacio de Exposiciones y Congresos de Granada ha acogido esta madrugada la gran fiesta del cine español, con la 39 ceremonia de entrega de los Premios Goya, unos galardones que han tomado el relevo de la anterior edición, celebrada en la Feria de Valladolid. ... 'El 47', la película dirigida por Marcel Barrena, ha sido la gran triunfadora de la noche al alzarse con cinco premios de las catorce candidaturas con que partía, si bien la velada ha culminado con un regusto extraño tras la lectura de la tarjeta final por parte de la actriz Belén Rueda, que inicialmente no se había percatado de que escondía un 'ex aequo' en la categoría de mejor película, compartiendo el premio gordo entre la cinta catalana y 'La infiltrada', de Arantxa Echevarría.
Los representantes de Castilla y León en la ceremonia han corrido distintas suertes, y ha sido una profesional de esta tierra precisamente la primera en dirigirse al auditorio tras el sorpresivo fallo múltiple (por primera vez en la historia de los galardones) de la categoría principal, tal y como destaca la Agencia Ical. «¡Qué fuerte!» han sido las primeras palabras al micrófono de la productora zamorana Laura Fernández Espeso, directora general de The Mediapro Studio, al ver que los responsables de 'El 47' no eran los únicos ganadores del premio a mejor película, en una escena que inevitablemente ha remitido al caos vivido en los Oscar en 2017 cuando 'Moonlight' se impuso en el último momento a 'La La Land'.
Mientras el director de 'El 47', Marcel Barrena, se preguntaba con el micrófono abierto «¿qué es esta locura?», la benaventana recalcaba la «enorme ilusión» que vivía por recoger el galardón en nombre de todo el equipo del film y de The Mediapro Studio, que calificó como «fantástico». Tras el agradecimiento a sus compañeros de viaje en la producción (Movistar Plus+, TVE, Televisión de Catalunya, el ICEC y A Contracorriente), ha reconocido la labor del director, a quien ha aplaudido su «sensibilidad» para abordar todos los temas de los que habla 'El 47': «Esta película habla de la solidaridad, la amistad, la justicia social, de la vivienda y de tantas cosas que él ha tratado con mucha emoción y muchísimo respeto», ha expuesto.
Tras agradecer también el apoyo e impulso de Tatxo Benet y Juan Ruiz de Gauna, y recordar que The Mediapro Studio lleva «tres décadas produciendo y conectando con el público», Fernández Espeso ha dedicado el galardón al público por su apoyo al film y, «en lo más personal», ha enviado «un abrazo enorme» a su familia «en Madrid y en Benavente».
Emoción desbordada
Ella ha sido la encargada de poner el colofón a una velada muy larga, que se ha prolongado durante cuatro horas, y donde el resto de nominados de Castilla y León han corrido distintas suertes. La fortuna ha sonreído en esta ocasión al leonés Néstor López, premiado por partida doble al alzarse como director con la estatuilla al mejor cortometraje documental por 'Semillas de Kivu' (que codirigió junto a Carlos Valle y que está coproducido por el burgalés David Pérez Sañudo), y como coproductor con el Goya al mejor cortometraje de ficción por 'La gran obra', dirigido por Àlex Lora. Pese a su juventud, López ya atesora tres premios Goya, ya que ambos 'cabezones' se suman al logrado hace tres años como productor por su trabajo en 'Mama' (de Pablo de la Chica).
Instantes después de que la actriz y cineasta Marta Nieto leyera que 'Semillas de Kivu' era el mejor corto documental del año, Néstor López se aferraba a su estatuilla para asegurar: «Nos hemos matado a trabajar muchísimos años por este trabajo». Ante el auditorio, el cineasta leonés ha explicado que la película transcurre en la región de Kivu, en la República Democrática del Congo, «una zona que lleva más de trece años en guerra». «Congo necesita ayuda y es muy urgente. Durante décadas nosotros, desde Occidente, nos aprovechamos de sus recursos, los exportamos simplemente para que nuestro mercado sea más rentable económicamente, pero el coste humano que supone para la población de Kivu es enorme. Hace diez días, la guerrilla más violenta de la zona, el M23, tomó la ciudad de Goma. Están a cien kilómetros de Bukavu, son las dos capitales de Kivu y el país necesita acción y justicia internacional. Nosotros somos cineastas, con un pico abrimos un agujero en un muro para invitar a quien quiera mirar, pero no podemos llegar a lo que de verdad necesita Kivu», ha sentenciado en presencia de autoridades como el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Acto seguido, le ha brindado el galardón a sus familiares, antes de dedicárselo a su ciudad natal, León, más concretamente a su barrio, el Polígono 10, y especialmente a las tres protagonistas de 'Semillas de Kivu': Neema Byenda, Aliné Kanega y Charlotte Shamavu, «por enseñarnos que la reinserción tras haber sufrido violencia sexual es posible y que siempre merece la pena seguir adelante». El propio López ha tenido que regresar al escenario instantes después, sin tiempo apenas para hacerse la fotografía de ganador, pues el siguiente premio que se ha fallado ha sido el de 'La gran obra' como mejor cortometraje de ficción, que se ha impuesto a otros trabajos como 'El trono', de la segoviana Lucía Jiménez, si bien en esa ocasión el leonés se ha limitado a permanecer en el escenario respaldando al director, Àlex Lora, sin tomar la palabra.
Y el tercer ganador de la noche vinculado con Castilla y León ha sido Javier Alvariño, nacido en Bilbao pero criado en Salamanca desde los cinco años, que ha conquistado el Goya por su labor como director de Arte de 'La Virgen Roja', la película de Paula Ortiz. Tras reconocer que se encontraba fuera de sí, cuando Víctor Clavijo ha leído su nombre como ganador, Alvariño ha querido compartir el galardón con el resto de nominados en su categoría, para subrayar acto seguido que «las películas son siempre un ejercicio de alquimia misteriosa», antes de mencionar a las productoras María Zamora (Premio Nacional de Cine 2024) y Mercedes Barbod, «y sobre todo a Paula Ortiz», de quien destacó «su liderazgo mágico a la hora de coordinar a todo el maravilloso equipo de esta película».
«Quiero dedicarle este premio a mi inmejorable equipo de arte, que ha hecho un trabajo absolutamente memorable: a María Sánchez, Ángel Vázquez, Yolanda Moreno y especialmente a Rebeca Durán», ha comentado antes de referirse a sus padres como sus «verdaderos maestros de vida» y de acordarse de sus hermanos, Jorge y Mikel, y de sus sobrinas Martina y Violeta, a quienes ha lanzado «un pequeño mensaje en estos tiempos tan oscuros». «Sea lo que sea a lo que dediquéis la maravillosa vida que os queda por delante, procurad hacerlo todo con amor, honestidad e intención, y recordad que el camino es la verdadera recompensa», remachó.
Sin premio se han quedado la citada Lucía Jiménez, que no ha encontrado el Goya para su debut como directora con el cortometraje de ficción 'El trono', el cineasta salmantino Chema de la Peña, y los vallisoletanos Óscar de la Fuente y Pedro-Martín Calero. De la Peña optaba al Goya al mejor largometraje documental como coproductor de 'Marisol, llámame Pepa', dirigido por Blanca Torres, que vio como el premio recalaba en Antón Martínez (más conocido como C. Tangana), por 'La guitarra flamenca de Yerai Cortés'.
Por su parte, Óscar de la Fuente fue uno de los pocos ausentes en la ceremonia, y no pudo contemplar cómo el primer premio que se repartía en la velada, al que él optaba como mejor actor de reparto por su papel en 'La casa' (de Álex Montoya), recaía en un exultante Salva Reina por 'El 47', película en la que el propio De la Fuente también participa. En su butaca en Granada sí estaba su paisano Pedro Martín-Calero, director de 'El llanto', que ha visto cómo Javier Macipe era distinguido con el Goya a la mejor dirección novel por 'La buena estrella', recitando a continuación unos versos creados a modo de agradecimiento, que se convirtieron en uno de los momentos más emotivos de la noche.
Otros castellanos y leoneses que han subido al escenario, en ambos casos para entregar sendas estatuillas a otros compañeros de profesión, fueron la productora segoviana Esther García, socia eterna de Pedro Almodóvar en El Deseo, y la actriz palentina Elena Anaya, que compartió butaca toda la noche con otro gran rostro del cine español como es Antonio Banderas.
Ver comentarios