Gonzalo Santonja: «Los menas no son una razón para romper un gobierno»

-¿Por qué ha decidido quedarse en el gobierno de Fernández Mañueco?

-Si me lo permite, lo diré con un poema de mi querido Bergamín. Bergamín y Alberti son referentes insoslayables, ineludibles y a los que estaré eternamente agradecido. Dice: «Volver no es volver atrás,/ yo no vuelvo atrás de nada. [...] Lo que yo quiero [de España] es sentirla/ su tierra, bajo mi planta/ su luz arder en mis ojos/ quemándome la mirada/ y su aire que se me entre/ hasta los huesos del alma». Esa es mi actitud, eso es lo que quiero y lo que siento y, respetando todas las razones, ni la política internacional ni la nacional me van a hacer renunciar a mi compromiso con mi tierra y con mi gente.

-¿Pero hay que explicar también por qué no considera que los menas no son un motivo para la ruptura?

-La Junta, primero, no tiene esas competencias. Segundo, los menas, desde que entran en España, tienen la protección debida. Porque son menores, son niños y son menores de edad. Y lo que no se puede desconocer es la legislación. La legislación española y la internacional a la que estamos obligados.

-Eso no impide que se quiera cambiar la mala gestión del tema, ¿no?

-Por supuesto. Todas las leyes se pueden querer cambiar. Para eso hay que ganar unas elecciones, formar gobierno, ir al Parlamento, hacer las propuestas que se crean convenientes y lograr la aprobación. No hay otro mecanismo. El mecanismo no es salirse de las coaliciones de gobierno.

-¿Por qué Vox decidió romper?

-Eso no lo puedo responder. Sí digo que las razones a mí no se me han expuesto, que lo que he leído no me convence, que por eso he tomado la decisión que he tomado y acabo de recordar el poema de Bergamín. Yo puedo estar equivocado. Pero ahora mismo yo creo que están equivocados ellos.

-¿Cómo se enteró? ¿Hubo comunicación interna de la decisión en Vox?

-No, no, no. En realidad a mí no se me llegó a comunicar oficialmente. El jueves, al acabar el Consejo de Gobierno íbamos a tener una reunión, pero yo me tuve que ir, porque inaugurábamos una exposición de Zuloaga en Segovia.

-¿No le llamaron?

-Nadie me dijo nada por la tarde y por la noche recibí una comunicación de que al día siguiente a las 9 teníamos una videoconferencia. El viernes.

-Nada más. ¿Y cómo fue?

-Sólo sé lo que escuché el viernes a las 9 de la mañana. Duró poco rato, porque el secretario general se tenía que marchar. Nunca se me ha consultado ni se me ha preguntado mi opinión. Eso desborda mi capacidad de comprensión.

-¿Los menas son una razón de peso para romper la coalición?

-Creo que no es una razón ni de peso ni de no peso. Creo que no es una razón para romper un gobierno que estaba funcionando muy bien. Y la relación entre todos los consejeros era una relación de trabajo espléndida.

-Ni siquiera hay competencia sobre el tema, según me ha dicho.

-La Junta de Castilla y León no tiene nada que decir, no gestiona esta cuestión. Y acoger a 20 menas o a 50 o a 100, a mí eso me parece una actitud de solidaridad con Canarias que yo personalmente tengo. Del mismo modo que desde Castilla y León pedimos la solidaridad de otras comunidades porque estamos desbordados por el problema de la despoblación, la sanidad, hay muchos pueblos y hay que tener consultorio. Y estamos pidiendo solidaridad para estas cuestiones. Nosotros también tenemos que ser solidarios. El problema de los menas no es un problema de los canarios. Es un problema de todos los españoles.

-¿A quién le comunicó su decisión de seguir en el Gobierno, a Juan García-Gallardo, a Montse Lluis?

-Siempre he dicho que a mí esto me parecía un error. Siempre.

-¿A quién se lo dijo?

-A todo el mundo que me preguntó y a todo el mundo con el que tuve ocasión de hablar. Me parecía un error y yo no tengo por qué compartir un error.

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-¿Por qué cree que Mañueco ha decidido que siga usted en la consejería?

-Eso se lo tienes que preguntar a él. Yo sólo tengo que manifestar mi agradecimiento. Nos conocemos hace muchos años. Vivimos momentos muy delicados, como el de los papeles de Salamanca. Creo que es un gran presidente de Castilla y León.

-¿En qué beneficia a los castellano y leoneses su continuidad?

-Hemos puesto en marcha medidas importantes. Yo me encontré el proyecto 'Las Edades Del Hombre' expulsado de Castilla y León, desplazado a Extremadura. Mientras otros levantan muros o excavan pozos, tendimos puentes. 'Las Edades' han vuelto con colaboración de Galicia y funcionan muy bien. Pero son muchas cosas, acuerdos con las diócesis para proteger el patrimonio. Dotar a la Orquesta de Castilla y León de medios y un director que le ha dado prestigio (y crear la joven orquesta). Estudiaremos y repararemos las murallas de Ledesma, que han sufrido dos derrumbes. Tengo un compromiso con todos ellos. Y lo tengo con mi equipo, gente de mucho prestigio.

-¿Qué desafíos le esperan?

-Me encontré como me encontré el arte rupestre de Siega Verde, patrimonio de la Humanidad, y lo hemos sacado de la incertidumbre. Y tenemos un proyecto con los fondos Next Generation para la gestión digital integral del patrimonio para que se convierta en un recurso. Hemos creado en Atapuerca el Centro de Investigación Emiliano Aguirre...

-Y es defensor de la tauromaquia.

-Tengo un compromiso irrenunciable con los toros, en especial con las manifestaciones populares de la Fiesta, porque yo me hice y soy aficionado en los pueblos y, aunque vaya a las plazas mayores, mi tauromaquia es esa.