EMPRESAS

'Germen' de futuros empresarios

EMPRESA FAMILIAR EN LAS AULAS

La iniciativa puesta en marcha por la asociación y Educación ya está presente en once comunidades más para acercar a los alumnos la figura del empresario e inculcar el espíritu emprendedor

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María José Tapia, CEO de Naturpellet, durante la charla a los alumnos de 4º de ESO en el IES Ezequiel González de Segovia I. J.

Isabel Jimeno

VALLADOLID

28/03/2024
Actualizado a las 20:50h.

«Primero hablar de quien soy yo. Si pensáis que el empresario es un señor gordo sentado en un trono dando órdenes con un puro. Eso es algo antiguo». Así comienza María José Tapia, 37 años recién cumplidos, su charla y capta la atención de ... la algo más de una veintena de alumnos de 4º de la ESO que han cambiado la clase habitual por una especial enmarcada en el programa Empresa Familiar en las Aulas. Los empresarios, incide la CEO de Naturpellet, es «gente bastante normal». «El panadero, el del bar, donde compráis la bolsa de patatas en el recreo, el peluquero… también son empresarios», anima a pensar a unos estudiantes que de cara al próximo curso tendrán que tomar ya una decisión que marcará sus vidas: qué rama de Bachillerato seguir, hacer una Formación Profesional, continuar estudiando o intentar adentrarse en el mercado laboral… «Es importante acercar la figura del empresario. Además, ahora como tenemos tan mala fama...», apunta.

Fomentar el emprendimiento es precisamente uno de los objetivos de este programa puesto en marcha por Empresa Familiar de Castilla y León (EFCL), en colaboración con la Consejería de Educación allá por el curso 2018-2019 y que para los centros educativos también supone una oportunidad de acercar la realidad empresarial a los estudiantes. Algo que tienen «muy cercano a su vida, las empresas familiares con las que todos los días se relacionan, qué es, quién lo organiza, quién lo ha creado, cómo...» y vean «que un empresario no es alguien muy lejano o un súper rico, sino que también puede ser el señor que te pone todos los días el café, el que cuida el ganado...», coincide la profesora Azucena Hernández, del área de Economía del IES Ezequiel González de Segovia, uno de los 28 centros de la Comunidad en los 'entra' Empresa Familiar.

Aulas en las están los futuros trabajadores y empresarios. Ése en uno de los puntos en los que insiste María José Tapia, también presidenta de la Cámara de Comercio e Industria de Segovia, quien advierte a los alumnos del «problema» al que se enfrenta el mercado laboral, con «millones» de puestos de trabajo que no encuentran quien los cubra y también listas del paro con «millones» de personas en busca de nómina sin lograrlo.

«Algo está fallando», alerta ante esta realidad sobre la que esta iniciativa también quiere llamar a los estudiantes, a los que señala parte de una lista de profesiones en las que hace falta gente y no se encuentra. Y ahí, señala, pueden encontrar una oportunidad hacia la que encarrilar el futuro: camioneros, hostelería, carretilleros… Y es que más allá del problema del relevo generacional al que se enfrentan las empresas familiares por su propia naturaleza, está la escasez de mano de obra. «Nos falta mucha gente cualificada y podéis ser vosotros», llama.

«Haced lo que creáis que os gusta», deja claro a los alumnos, «porque si no, nunca vais a ser buenos en ello y vais a estar frustrados». Lo dice por la experiencia. Ella que confiesa que «no era una gran estudiante», la asignatura de Economía se le atragantaba y a regañadientes comenzó a estudiar Administración de Empresas «porque todo el mundo me decía que tenía que ser empresaria como mi padre». Se sacó la carrera después , pero tras haber hecho Turismo y Marketing, «que me chiflaba». Y tras una incursión en el mercado laboral en Madrid decidió volver a Segovia.

Ahí aceptó el reto de ponerse al frente de Naturpellet. Su respuesta inicial cuando le ofreció trabajar con él fue rotunda: «Contigo, no». Lo hizo con la 'hija' de Tama, la fábrica original que nació el mismo año que ella, ese proyecto inicial alumbrado por dos socios en una pequeña nave de Sanchonuño (Segovia) y que hoy da empleo a 160 empleados y saca unos 10.000 pallets al día. De los kilos y kilos de astillas y serrín como sobras que muchas veces «malvendían» surgió la idea de hacer pellets. De cuatro personas hace nueve años a una veintena y una facturación que ya ronda los 20 millones anuales, explica María José Tapia a los alumnos. Con «lo bueno y lo malo» este tipo de empresas: «La familia». Es «muy difícil separar» lo laboral con los lazos de sangre, «pero también es muy bonito», además de ser «más ágiles y eficientes» en la toma de decisiones. «Sentirlo como propio. El amor que tenemos por la empresa hace que rememos todos a una», señala.

Son 'pistas' de que es posible emprender y sin irse lejos. «Segovia te da lo que no de da ningún otro sitio», advierte a los jóvenes, a los que invita a salir, aprender y «desarrollar vuestra creatividad», también en la propia tierra. «Si vosotros no lo hacéis, va a venir otro y lo va a hacer», advierte. «Tenéis tiempo para caer y levantaros. Tenéis que encontrar vuestro camino», incide en una charla con un alto componente motivacional en la que muestra las oportunidades laborales de futuro: lanzándose al emprendimiento o en otras empresas. Y ahí las familiares son clave en la economía de Castilla y León: nueve de cada diez su consejo de administración está unido por lazos de sangre y siete de cada diez trabajadores del sector privado logran aquí su nómina.

Hasta 24 empresas de distintos sectores de las nueve provincias, y en su mayoría implantadas en el medio rural, se implican en esta iniciativa de Empresa Familiar Castilla y León, cuya semilla ha germinado también en otras once comunidades. Navarra, Castilla-La Mancha, Galicia, Asturias, Andalucía, Madrid, País Vasco, Extremadura, Baleares y Cantabria también llevan a las aulas las experiencias de sus empresas familiares de mano de programas similares, a los que este periodo lectivo se ha sumado también la Región de Murcia. Y en Alicante están pensando en hacerlo.

Para conocer de primera mano cómo funciona, su presidenta, Maite Antón, ha acudido incluso a una de esas charlas, de las que ha salido «encantada» con esta «extraordinaria iniciativa» que tienen claro que implantarán.«Cuanto antes»¿Y cuál es el mejor curso? «Cuanto antes», coinciden Azucena y María José, que desde hace seis años están implicadas en esta iniciativa para la que sólo tienen buena palabras. Aunque en 4º de ESO hay conceptos económicos que aún no dominan, lo que tienen claro es que en la universidad «ya es tarde». Más de 20.000 alumnos de toda España han participado ya en esta iniciativa, sin contar los de este curso, que sólo en Castilla y León llegarán a los 1.300 gracias a las 23 empresas familiares de diferentes sectores que participan en el programa.

Desde la Consejería de Educación también destacan la importancia de los programas vinculados al emprendimiento, ya que «enriquecen la vida personal inculcando valores fundamentales» como la creatividad, autonomía, innovación, resolución de problemas, trabajo en equipo, toma de decisiones, liderazgo... Sin olvidar, añaden desde el departamento de Rocío Lucas, que «promueven la adquisición de habilidades empresariales prácticas, esenciales para generar desarrollo y crecimiento en su territorio». «Empoderar a los jóvenes» para que «identifiquen oportunidades y desarrollen proyectos», subrayan. «Tratamos de preparar a nuestros jóvenes para la vida, proporcionándoles las herramientas y el conocimiento necesario para emprender, ser agentes de cambio y contribuir al crecimiento y desarrollo tanto personal como de sus comunidades desde una edad temprana», señalan.

«Si tenéis ganas de trabajar, vais a conseguir todo», defiende María José Tapia, convencida de que la «actitud» es clave. «Si tenéis ganas, os van a enseñar», dice sobre ese mercado laboral en el que faltan oficios y «sobran universitarios e influencers». Y es que estas charlas hacen hincapié en que los jóvenes conozcan las necesidades profesionales de las empresas, apuntando al emprendimiento y la Formación Profesional como «principales opciones». Además de poner en valor la importancia de valores como el arraigo, el compromiso, el esfuerzo o la continuidad en este tipo de compañías.

Además, permite a los alumnos visitar la propia empresa. Todo un «regalo», valora la profesora Azucena Hernández, quien asume que fomentar el emprendimiento hoy en día supone «un esfuerzo 'ímprobo». «A ellos les cuesta mucho. No sé si por circunstancias actuales, la pandemia… Están con las pantallas, cómodos en casa...».«El 90 por ciento de estos chicos va a acabar o montando su propia empresa con trabajando para una empresa privada. Hay que quitarles ese miedo y es concepto que tienen del empresario. Que pierdan el miedo…», apunta María José Tapia, convencida del valor de esta iniciativa, de la que también defiende que el hecho de ver ya a segundas generaciones al frente sirve para «picarlas un poco ese gusanillo de trabajar en lo tuyo propio».