artes & letras
'Fractal': Nuevos viejos diarios
Aparece un volumen de más de ochocientas páginas extraídas de las catorce mil escritas por el leonés Andrés Trapiello en sus diarios, 'Salón de pasos perdidos'
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«Esta mañana tenía el Rastro esa grandeza de los días de invierno». Con esta frase se inicia uno de los proyectos literarios más singulares de nuestro tiempo, catorce mil páginas -hasta el momento- en veinticuatro volúmenes a los que el coleccionista deberá dedicar más ... de un metro de estantería en su biblioteca; se trata de 'Salón de pasos perdidos', los diarios que el escritor leonés Andrés Trapiello lleva publicando desde 1990 de forma anual.
Las dos primeras páginas de esta colosal novela en marcha bastan para hacerse una idea de lo que son las restantes. En ellas se describe cómo despierta la ciudad y cómo las cosas viejas van siendo colocadas en el suelo para tener una segunda vida en el Rastro. «El cielo, empañado de frío, no sabía todavía si iba a ser azul o gris, y desde Mira el Río se veían allá abajo, uno aquí y otro más allá, los vivacs encendidos». El narrador y su acompañante buscan libros usados en ayunas hasta entrar en un barucho frente a unos «gitanos de punta en negro» que tiene dentro a un buhonero vestido con un anorak de esquiar color rojo. Entonces, le cuenta a X que está acabando un diario en el que no dirá los nombres de las personas que salen. El amigo le pregunta si no parecerá un misántropo, a lo que el autor contesta que no, porque a él le gusta la gente, le interesan sus vidas. No en vano Trapiello les pone a estos diarios delante siempre un letrero galdosiano: «por doquiera que el hombre vaya lleva consigo su novela». Hay otra página muy parecida unas pocas hojas después, también un amanecer en la calle Mira el Río cuando el Rastro se empieza a organizar, entonces el escritor ve una «tropa de desharrapados» que, de uno en uno, darían miedo en un lugar más iluminado y que allí, reunidos, le parecen «la humanidad arropadora, la razón de todas las revoluciones pendientes».
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En esos pocos párrafos están condensados buena parte de los elementos sustanciales que luego se desarrollarán durante más de tres décadas pero, sobre todo, aparece ya la mirada con la que se van a escribir la totalidad de los diarios. Podría bastar con ellos para animar al lector a adentrase en el mundo de Trapiello, no obstante se acaba de publicar un magnífico instrumento para ello, un compendio de más de ochocientas páginas con textos extraídos de la magna obra. En este tomo, titulado 'Fractal', tenemos fragmentos de todo lo que aparece en ese ciclo que se repite anualmente: el fin de año en la casa de campo, los paisajes, la familia, las lecturas, la vida literaria, los retratos, la prensa del momento, los recuerdos o los viajes. También este libro está empapado de eso de lo que casi nadie habla en relación a estos textos, su fondo de tristeza, cuyo origen los muy aficionados pudimos descubrir en su pieza dedicada a Madrid -algo así como la precuela de los diarios-, donde se muestra al joven melancólico Trapiello de diecisiete años, fugado por amor a la capital y refugiado en el Museo Romántico, entendiendo que ha de vivir mirando atrás, que «ser romántico es la mejor manera de ser moderno». Paradójicamente, es de esa tristeza de la que nace todo lo demás, hasta el humor, hasta los retratos al aguafuerte, las despiadadas caricaturas o la misma pulsión escritora; de esa tristeza de comprobar que el mundo no está la altura de los sueños del poeta.
Alianza Editorial
Fractal
- Andrés Trapiello 816 páginas 28 euros
Existían muchas posibilidades de diseñar esta edición, cada lector tendrá su opinión particular en relación a su propia experiencia lectora. Podrían haberse agrupado los textos por temas o intentar reproducir la estructura cíclica en la cronología anual superponiendo primaveras, otoños o inviernos… Se echan de menos más capítulos dedicados a las navidades pasadas en León con los que terminaban todas las entregas y en los que el autor fundía la memoria infantil con el retrato de la ciudad invernal y la melodía del paso del tiempo, siendo estas unas de las partes más hermosas.
Quien no haya leído estos diarios tiene aquí una buena oportunidad para aproximarse al mundo de Trapiello y puede coger el paso de esta novela en marcha subiéndose al tren que arrancará de nuevo el año próximo con la reedición completa de la colección, tomo a tomo, en la editorial Alianza. Los que ya conocían la obra reconocerán pasajes, disfrutarán releyéndolos y encontrarán algunos que, siendo viejos, les parecerán nuevos.
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