La Feria del Libro de Valladolid comienza con el elogio de Arsuaga a la palabra: «Todo lo que tiene nombre, existe»

Ese ha sido el alfa y el omega, el inicio y el final del pregón del también escritor madrileño, conocido por sus investigaciones en los yacimientos de la Sierra de Atapuerca, que ha titulado 'Palabras viejas para tiempos nuevos. El mundo es una inmensa magdalena de Proust'.

En su alocución, Arsuaga ha recordado que «sin las palabras, el cosmos sería una informe masa de sensaciones» y que, por ello, los vocablos ponen «orden» al mundo como réplica a la entropía y se erigen como «órganos de la visión, el olfato, el oído, el tacto y el gusto», además de dotar de existencia a las cosas porque «todo lo que tiene nombre, existe», mientras que «sin palabras nunca hay nada». «Sin las palabras no hay paisaje, ni historia, ni ciencia, sólo hay caos», ha insistido.

También ha partido una lanza a favor de la «lengua del campo», que está en riesgo de desaparición por el exilio de los habitantes de «aquel mundo rural» donde «la lengua no se había transmitido a la siguiente generación, que habitaba el mundo urbano, que es igual en todas partes», recoge Ical. Ha pedido por ello su «rescate» para que palabras como piorno, cambrón o espliego no se pierdan en el olvido.

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Y es que, ha concluido el paleontólogo, «cuantas más palabras sepamos, más inteligentes seremos porque nuestro pensamiento será más rico y matizado» y, precisamente, «la verdadera inteligencia está en los matices». De esta forma, Arsuaga también ha homenajeado el legado de dos escritores vinculados al campo como Miguel Delibes y Julio Caro Baroja para señalar que «por eso son tan importantes los libros, nos hacen más inteligentes».

La Feria del Libro de Valladolid se prolongará hasta el 8 de junio con una intensa programación cultural que incluye más de un centenar de actividades, numerosas firmas de autores y una atención especial al público infantil y juvenil. Este año, además, Perú es el país invitado, lo que permitirá al público vallisoletano acercarse a la rica tradición literaria y cultural del país andino.