«El 82% de las familias consultadas autorizan la donación de órganos»
La nueva coordinadora de Trasplantes de Castilla y León, María Eugenia Perea, se marca el reto de mejorar unas «cifras ya excelentes» e impulsar la actividad en los hospitales más pequeños
Castilla y León registra 35 donaciones de órganos en el primer trimestre, casi un 60 por ciento más que en el mismo periodo de 2024

Con ocho años de experiencia como coordinadora de trasplantes en el Complejo Asistencial de Burgos, María Eugenia Perea da el salto ahora a comandar estos procesos a nivel autonómico. La médico intensivista afronta este reto con «mucha ilusión y ganas», pero siendo muy consciente ... de que será «difícil» superar los registros que ya alcanzó su predecesor en el cargo, el doctor Pablo Ucio. En Castilla y León hay una tasa de 57 donantes por millón de habitantes, que supera a la española -52,6- y es la sexta comunidad en número absoluto. El año pasado fueron 137, respecto a los 109 del ejercicio previo, y la segunda autonomía que más creció. «Son cifras excelentes y mi propósito es seguir manteniéndolas, mejorar día a día y superarlas si es posible».
Así que se pone ya manos a la obra con la meta de hacer crecer el número de personas que lleven a cabo este altruista acto y, con ello, reducir también las listas de espera para un trasplante. Se trata de demoras gestionadas a través de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), aclara, en las que la «prioridad» son los denominados pacientes de «urgencia cero», «aquellos que si no reciben un órgano pueden fallecer en un corto periodo de tiempo». Todos los territorios contribuyen en esa misión, explica, porque en el momento que surge un donante se deriva hacia quienes más lo necesitan estén en el lugar que estén. «Nuestra misión como comunidad autónoma es proporcionar el mayor número de órganos para que esa distribución que se hace desde la ONT llegue a nuestros receptores y a los de otras regiones y que disminuya así la lista de espera».
Entre sus desafíos está también el de aumentar los registros de quienes ceden sus órganos en los «hospitales más pequeños de la Comunidad». «Es un gran reto», señala, porque «en los grandes creo que hay una gran actividad». Con ese cometido, tirará de los coordinadores en esos puntos, que «son muy jóvenes y con mucho entusiasmo». «Ya se ha empezado a trabajar en ello los años previos y es un camino de mejora muy importante». Castilla y León cuenta ahora con todos los tipos de trasplante, concreta, con centros de referencia en Valladolid y Salamanca, y considera que es un «orgullo» poder ofrecer a los ciudadanos estos servicios «de calidad». En mejorar los procesos -unos tienen más andadura que otros- seguirán «trabajando», apunta.
Entre las «dificultades» que encara la región está la «dispersión geográfica», pero cuenta con una importante «fortaleza», subraya. Y es que es un territorio «muy generoso», con una población «muy solidaria», tal y como «demuestran los datos». En ese sentido, destaca que las familias, a las que siempre se les consulta aunque haya un consentimiento personal expreso del donante, «tienen que decidir en el peor momento, cuando han perdido a un ser querido, si quieren ayudar a otras personas» y «la mayor parte dice sí». «El 82 por ciento acepta la donación, por encima del 80 por ciento nacional», expresa Perea, quien comenta que se trata de una cifra «muy estable» en el tiempo y que las negativas -el restante 18 por ciento- se deben sobre todo a «motivos culturales».
En este complejo trance cobra especial importancia la figura del coordinador, que, normalmente, es un médico intensivista. En el momento en el que en la UCI hay pacientes con altas posibilidades de fallecimiento y que cumple con los requisitos para ser donante -no se ofrece a todos los enfermos-, se hace una entrevista en la que primero se busca «acompañar» a los allegados «en el duelo» y la «segunda parte es plantear la posibilidad de la donación». Es labor de estos profesionales sanitarios identificar a esas personas que podrían ayudar a otros y, una vez que existe el consentimiento, dirigir todo el proceso hasta el receptor final. «Funcionan muy bien», destaca la nueva responsable del área en Castilla y León. «Saben transmitir la importancia de la donación a todo el hospital: desde las urgencias, a las plantas, a los quirófanos, a los anestesistas...», defiende. Cuando existe una donación, «todo el centro se pone a disposición», pero es el coordinador el que lleva el timón.
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