A expensas del 'movimiento' Tudanca

Así que aquella noche, de la que se van a cumplir dos años, el candidato socialista casi dijo adiós cuando pronunció aquello de «otros vendrán que harán más y lograrán que el cambio llegue a esta tierra». Después, su guardia pretoriana le persuadió de tomar decisiones en caliente porque el factor arrastre iba a ser importante.

Desde entonces, nada se ha movido en el PSOE de Castilla y León, aunque las réplicas de cada acción que toman otros hace tiempo que se dejan notar. De esta manera, con la llegada del nuevo año, Luis Tudanca anunció que iba a llevar a cabo una «reestructuración» tanto de la dirección del PSOE en la Comunidad como en el Grupo Parlamentario en las Cortes para incorporar «nuevas voces» con el objetivo de «fortalecer» el proyecto.

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El anuncio lo hizo el 21 de enero durante el cónclave del PSOE en La Coruña y, según ha asegurado en varias ocasiones, en ello está. La reunión del pasado jueves en Palencia del Comité Territorial del PSCL, que incluye a los nueve secretarios provinciales, hacía pensar en los primeros pasos hacia el cambio, pero la cosa fue bastante descafeinada a tenor de las ausencias destacadas, ya que no hubo presencia ni de Valladolid (Óscar Puente), ni de León (Javier Cendón). Así que el encuentro quedó, una vez más, en lanzar el mensaje de un partido «unido» con un proyecto «fuerte y solido para hacer frente a PP y Vox». Habrá que esperar a la siguiente cita, el próximo viernes, cuando se reúna el Comité Autonómico.

Una anunciada remodelación que viene a ser como reconocer que hay que moverse, bien sea por necesidad, porque la cosa no funciona, o porque hay elementos que empujan. En esta ocasión, puede que haya más de lo segundo, después de que los últimos cambios provocados por la formación del Ejecutivo de Pedro Sánchez tengan una lectura autonómica no precisamente favorable para el socialista burgalés.

El nombramiento de dos ministros de Valladolid, Óscar Puente y Ana Redondo, fue recibido en las filas socialistas de Castilla y León con aparente entusiasmo, aunque nada tuvieron que ver con ellos. El de Puente era esperado, por méritos propios, después de su actuación en el Congreso en el debate de investidura de Feijóo. El de Redondo fue una sorpresa que vino a dar argumentos a quienes especulan con que la actual ministra de Igualdad pueda ser el relevo de Tudanca y convertirse en la próxima candidata a la Junta, aunque ser de Valladolid juega en su contra. Redondo arrancó en la política en el Parlamento autonómico, donde llegó a ser portavoz del Grupo Socialista en dos legislaturas diferentes.

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Tampoco vio venir el nombramiento del leonés Nicanor Sen como delegado del Gobierno en Castilla y León, cuyo padrino no fue otro que el secretario provincial del PSOE de León, Javier Alfonso Cendón, con el que la distancia cada vez es mayor. Éste se convirtió en la primera persona que cruzó de forma oficial la puerta del ministro Puente, una imagen con mucha carga de profundidad. El exalcalde de Valladolid, cuyas relaciones con Tudanca nunca han sido fluidas, colocó después al informático Jacinto Canales de Caso como subdelegado del Gobierno en esta provincia, un militante socialista de su cuerda y una muestra más de que muchas de las decisiones que competen a la Comunidad se toman fuera.

Otro de los nombramientos que llegaron del 'exterior' y con el que el secretario de los socialistas castellano y leoneses también presumió fue el de la nueva portavoz de la Ejecutiva Federal del PSOE, Esther Peña. Aunque siempre ha mantenido con ella una estrecha relación por la condición de burgaleses de ambos y por haber compartido trayectoria política, la designación de Peña, de la que sí estaba informado, tuvo más que ver con la Federal y con el propio prestigio que la diputada se ha labrado.

También fue sonada la marcha de Virginia Barcones, que dejó hueco a Sen en la Delegación del Gobierno y se hizo cargo de la Dirección General de Protección Civil y Emergencias en el Ministerio del Interior. Una carambola que aleja de la Comunidad a quien hace tiempo que no forma parte del 'sanedrín' del PSOE de Castilla y León, a pesar de que es la vicesecretaria del partido y, por lo tanto, número dos.

Con este escenario, en el que Luis Tudanca no parece tener predicamento a nivel nacional -no le sirve de mucho su acérrimo sanchismo-, su núcleo duro, en el que están la secretaria de Organización, Ana Sánchez, y la viceportavoz en las Cortes, Patricia Gómez, dedica ingentes esfuerzos a ensalzar el «liderazgo» de su jefe de filas en Castilla y León. Un equipo que controla de forma férrea el grupo parlamentario y la Comisión Ejecutiva Autonómica, precisamente las dos estructuras a las que Tudanca ha anunciado que meterá mano. Del Comité, que se reunirá el próximo día 9, podría salir la citada Barcones, así como Ana Redondo, que ha dado el salto al Comité Federal del PSOE. En el caso del grupo parlamentario, todo apunta a un movimiento de fichas, ya que los mimbres son los que son y con ellos hay que hacer el cesto.

Algunas voces hablan de la 'salida' de la leosesa Nuria Rubio, que perdería su dedicación exclusiva (a razón de 76.355,28 euros), cuyo gran 'pecado' es estar bajo la órbita de Javier Cendón. Hasta dónde se atreverá el secretario de los socialistas castellano y leoneses está por ver. En algunas provincias, y fuera de la Comunidad, están pendientes de sus movimientos. De momento, lo que ya ha avanzado es que no tira la toalla y no rechaza ser el candidato a la Junta en la próxima cita electoral. No supondría para él un problema que fuese la cuarta vez que acude a las urnas, ni que fracasase su moción de censura de 2021. De momento, suma y sigue.