El próximo 4 de marzo llegará a la Audiencia Provincial de Valladolid el caso, que se destapó a la muerte del anciano, cuando sus hijos, que eran los herederos de su patrimonio, descubrieron unos movimientos bancarios que no atribuían a su padre y le pidieron explicaciones a su prima. Ella restituyó 10.000 euros, pero aún quedaba pendiente seis veces más esa cantidad, según las calificaciones previas del Ministerio Público.
Las operaciones se habían producido supuestamente a lo largo de seis años, desde que el anciano firmó el poder que la facultaba para actuar en su nombre en actos de administración y disposición de sus bienes en 2012 -un año antes el había nombrado herederos a sus hijos-, hasta su muerte en 2018. En ese periodo la Fiscalía alude a dos ventas de una finca rústica en Villavieja del Cerro y de una vivienda en Tordesillas, cuyo pago fue ingresado en la cuenta del hombre. Tras ello, la acusada presuntamente hizo distintas transferencias a su favor de prácticamente todo el importe de las operaciones.
A estos movimientos se habrían unido otros en los que supuestamente desvió a su cuenta y a una que compartía con su madre y hermana del anciano -que la Fiscalía estima que no intervino-, dejando en algún momento a cero la de su tío.
La Fiscalía considera estos hechos constitutivos de un delito continuado de apropiación indebida y solicita para la acusada cuatro años de cárcel, una multa de 4.320 euros. En concepto de responsabilidad civil estima el reintegro a los herederos de su tío la cantidad de 64.923.
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