¿Qué hacer si te encuentras un oso?

Lo primero, dar aviso inmediato al teléfono de emergencias 1-1-2. Ahí, se encargarán de ponerse en contacto con el personal especializado de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio que, a la mayor brevedad, atenderá la situación para monitorizar y, si es necesario, aplicar medidas aversivas, enmarcadas en el protocolo de intervención de osos en la Cordillera Cantábrica, aprobado el 24 de enero de 2019.

Y es que, aunque no ocurre todos los días, las localidades de la Cordillera Cantábrica viven de forma más o menos recurrente episodios en los que los osos pardos se aproximan a los entornos urbanos. Tras su aspecto entrañable, un animal salvaje, con sus peligros, además de ser una especie en peligro de extinción, aunque su población se ha ido recuperando en los últimos años y ya supera los 300 ejemplares.

¿Por qué esas incursiones a los pueblos? Sobre todo, para aprovechar los recursos alimenticios de origen humano. En busca de comida, los animales llegan a los pueblos. Es el principal motivo, aunque también depende del carácter de cada ejemplar. «Es decir, puede haber animales con un carácter menos huidizo y con una buena posibilidad de acceder a fuentes de alimentación, mientras que otros son más tímidos aunque tengan una buena posibilidad de acercamiento a los bienes», apuntan desde la Consejería de Medio Ambiente.

Por eso, recalca la «importancia» de dar aviso «temprano» del avistamiento de ejemplares en los entornos urbanos o cerca, pues si se tiene un conocimiento rápido «y se aplican las medidas adecuadas», los osos no se acostumbran a acceder a esos recursos para alimentarse. De ahí, la necesidad de llamar «a la mayor brevedad» al 1-1-2 para que se ponga en marcha el protocolo de actuación previsto, inciden desde el Gobierno de una de las comunidades que alberga las mayores poblaciones de plantígrados en España

Todos los episodios registrados de osos accediendo a recursos de origen humano son monitorizados por parte de los agentes medioambientales, celadores de medio ambiente y patrullas oso de la Fundación Patrimonio Natural, en coordinación con la Guardia Civil.

Además de las medidas de gestión prevista en el protocolo, la Junta tiene también otras acciones preventivas, como las convocatorias de subvenciones para prevenir los daños ocasionados por el oso pardo para proteger colmenares, huertos, frutales, comederos de pienso o balas de forraje. La convocatoria, abierta hasta el 25 de agosto, tiene un presupuesto de 96.000 euros para este año y busca la «coexistencia» del plantígrado con las actividades humanas.