Los embalses recuperan lo perdido en verano y rebasan el nivel promedio del decenio
La cuenca del Duero cierra el año con las reservas un 34% por encima de 2022, casi al 60% de su capacidad y más de 4.500 hectómetros cúbicos de agua
La Aemet avisa del tiempo en Reyes: estas zonas estarán afectadas por temporal de nieve y temperaturas bajo cero
VALLADOLID
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Iniciar sesiónHay previsión de que las lluvias vuelvan en los próximos días tras unas jornadas en las que los cielos rasos, las nieblas y las heladas han sido las protagonistas. Lo harán tras unos días de paraguas guardados y para tomar el relevo a un ... otoño generoso en precipitaciones. Si no, que se lo pregunten a los embalses de la cuenca del Duero, la que abarca la mayor parte de Castilla y León, donde también se adentran la del Tajo, Ebro y Miño-Sil.
Y es que en un panorama nacional en el que las reservas hídricas siguen acusando los dos años de sequía consecutivos, en tierras del Duero los recursos almacenados superan notablemente lo que había en los embalses hace un año. Un 34 por ciento más de líquido guardado que entonces, lo que traducido en cifras supone 1.145 hectómetros cúbicos más de agua, hasta los 4.508 en el conjunto de infraestructuras de la Cuenca.
Así, se encuentran rozando el 60 por ciento de sus posibilidades (7.600 hectómetros) sumando tanto los de gestión pública por parte de la Confederación Hidrográfica (CHD) como los privados. En este último caso, la mayoría para producción hidroeléctrica, como el de Almendra, a caballo entre las provincias de Zamora y Salamanca, el de 'vaso' mayor y a más de la mitad de sus 2.649 hectómetros posibles. Mientras, en el conjunto de España la reserva apenas supera el 46 por ciento, con diferencias notables entre cuencas, que van del menos del 20 por ciento en Cataluña y Andalucía a más del 80 en País Vasco o la costa gallega.
Pero no sólo comparado con hace doce meses, lastrados por otro periodo de escasez, el panorama es mejor ahora. También lo es en la perspectiva con el promedio de los últimos diez años, en los que se combinan ejercicios con más pluviometría y con gotas contadas. Ahora hay unos 325 hectómetros cúbicos más de líquido, un 7,8 por ciento por encima que en el último decenio: 4.183 hectómetros, a poco más del 55 por ciento. Tanto como llenar de cero a tope, y con sobrante, el embalse leonés de Porma, el tercero de mayor capacidad de los que gestiona la Confederación.
¿La clave de estas cifras? Un otoño en general rico en agua. De hecho, fue a mediados de octubre cuando se invirtió la tendencia a la baja gracias a las intensas precipitaciones con las que llegó la segunda quincena de un mes catalogado por la Aemet (Agencia Estatal de Meteorología) como «muy húmedo o húmedo» en la mayor parte de Castilla y León y un valor acumulado incluso un 66 por ciento superior al promedio. Tan bondadosas fueron las nubes con sus descargas que la CHD calificó el inicio del año hidrológico -arranca el 1 de octubre- de «excepcional en cuanto al aumento de las reservas se refiere».
Y siguió con un noviembre también «húmedo» en «gran parte» de la Comunidad, con un valor acumulado de lluvias un 15 por ciento superior al promedio mensual, según la Aemet, con lluvia apreciable casi la mitad del mes y registros superiores a los 240 litros por metro cuadrado en el norte de León y el de Soria y el sur de Salamanca. Y no sólo lo ha agradecido un terreno seco tras meses de estío. Desde que marcaron su punto de inflexión, dejando atrás su nivel más bajo -1.138,8 hectómetros cúbicos- han logrado recuperar todo lo perdido durante el verano, la época en la que tradicionalmente menos llueve y más se consume. Hay que mirar a la estadística de principios de julio para encontrar un valor similar al que ahora tienen.
A partir de entonces, tres meses y medio de pendiente en caída, hasta que desde los datos oficiales del 17 de octubre anotan la 'ganancia'. Desde entonces han acumulado 1.369 hectómetros de líquido, de modo que tienen un 43,6 por ciento más de lo que disponían.Eso sí, no todos los embalses han evolucionado de la misma forma ni presentan un aspecto similar. Por lo que se refiere a los dieciocho de la CHD, ya rozan el 59 por ciento, con más de 1.680 hectómetros cúbicos de los 2.854,2 posibles. Unas cifras que rebasan las de un año atrás -estaban a poco más de la mitad, con 1.440,9- y también las del promedio de los diez años anteriores -al 55,1 por ciento a estas alturas del año-.
A más del 64 por ciento, el abulense de Castro de las Cogotas sí está mejor que en el promedio del decenio previo, pero el año pasado se encontraba a más del 71. Entre los burgaleses Arlanzón y Úzquiza acumulan ya 75,3 hectómetros cúbicos, casi 25 más que en 2022 y 17 que en la media de diez años antes.
En la provincia de León, la que más capacidad suma, Villameca, Barrios de Luna, Porma y Riaño se aproximan a los 650 hectómetros cúbicos de líquido almacenado, lo que supone que están ligeramente por encima de la mitad entre todos, mejor que un año atrás, pero sin llegar a alcanzar los valores de referencia de diez años antes.
A medio camino entre rebasar esa horquilla más amplia y no llegar al registro del pasado ejercicio, el salmantino de Santa Teresa, a más de tres cuartas partes. Al 78 por ciento está el soriano de Cuerda del Pozo, que mejora los registros de referencia previos. Casi al doble de los valores que compara la estadística están los segovianos de Linares del Arroyo y el pequeño Pontón Alto.
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