«Dormí dos días en la calle y el frío me llevó a acudir en busca de un refugio»

Después de terminar su último contrato y una vez en el paro, este madrileño decidió probar suerte en la capital vallisoletana. Y ese es ahora su destino en un albergue en el que «hay gente que tiene una actitud más positiva», mientras que hay otros a los que estar estos días en un centro, cuando están acostumbrados a vivir en la calle, se les hace mucho más cuesta arriba. «Está siendo muy difícil para mí porque no me había visto en esta situación», asegura sobre esta etapa que le ha tocado vivir, pero agradece la labor de todos aquellos que permiten que «una persona pueda estar bajo techo y no dormir en la calle».

En eso trabaja el albergue gestionado por Intras en la ciudad del Pisuerga. Durante estos días, el Ayuntamiento ha dispuesto 20 plazas adicionales –ya llenas– a las 62 con las que cuenta normalmente, según informa la concejal del área social, Rafi Romero. «Normalmente, los puestos habituales suelen estar llenos y estos días se nota más afluencia por el frío», indica. Eso y que «estamos percibiendo que cada vez hay más gente en la calle y nos preocupa mucho», afirma.

A raíz de la pandemia, el centro dispone de otros servicios, atención más completa que también ha «animado» a otros usuarios a acudir. «El objetivo es que puedan tener un proyecto de vida», indica la directora, Silvia Pascual, que explica que en estas jornadas se atiende a personas que no han solicitado plaza, pero no tienen donde ir. «Se les ofrece pernoctación, desayuno, aseo... Después vamos viendo el interés por iniciar un proceso de reinserción», comenta. Hay personas con problemas de salud y de otro tipo, pero también sin ellos y con ilusión de iniciar una nueva vida.