Según han informado fuentes policiales, a las 20:45 horas del pasado martes, agentes en servicio de seguridad ciudadana fueron comisionados por un posible caso de ocupación, recoge Ep. Al llegar, los agentes comprobaron que se trataba, en cambio, de un robo con fuerza para el que los ladrones habían derruido el tapiado de ladrillo de una ventana, construido precisamente para evitar ocupaciones. El cristal se encontraba fracturado en el interior, con los cascotes, y la cinta policial también se halló dentro de la casa.
Los policías consiguieron que los cuatro individuos salieran de la vivienda y localizaron en el exterior de la misma un carrito de bebé que, según manifestaron los identificados, iban a usar para transportar los efectos que pretendían sustraer del interior. Más allá del cochecito, los actuantes recuperaron una carabina de aire comprimido y dos mochilas con efectos preparadas, por lo que detuvieron a las cuatro personas, tres de ellas menores de edad.
Una vez realizadas las gestiones oportunas, todos fueron puestos en libertad, tras informar al Juzgado y remitir el correspondiente atestado a la autoridad judicial.
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