Artes & Letras
El destino que Castilla marcó a los Machado
EXPOSICIÓN
La muestra que ha conseguido el «hito» de reunir estos días en Burgos los dos grandes fondos machadianos para «reinterpretar» la historia de los hermanos sevillanos, indaga también en la impronta que esta tierra dejó en su vida y obra
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Son las 11 de la mañana. La sala Pedro Torrecilla de la Fundación Círculo Burgos está desierta. Por la tarde abrirá al público y se llenará, como ha pasado en los días precedentes desde que la exposición 'Los Machado. Retrato de familia', comisariada por ... Alfonso Guerra, recalase en Burgos tras pasar por Sevilla. «La acogida está siendo muy buena, tanto de crítica como de público», comenta René Payo, director de la Real Academia Burgense de Historia y Bellas Artes-Institución Fernán González, una de las principales entidades prestadoras.
Varios son los atractivos que han hecho de esta exhibición, enmarcada en el 'bienio Machadiano' -en 2024 se celebró el 150 aniversario del nacimiento de Manuel y este 2025 se conmemora el de Antonio- una de las apuestas culturales del año. Entre ellos, el «hito» de unir los dos grandes fondos documentales de la familia que se conservan -en Burgos y Unicaja-. También, su apuesta por «reinterpretar» la historia de los hermanos sevillanos. «La historiografía ha querido hacerles dos personajes enfrentados y contrapuestos, pero nada más lejos de la realidad. Lo que ocurre es que a cada uno le tocó vivir la Guerra Civil en una circunstancias distintas. A Manuel, en Burgos, por una situación coyuntural, y a Antonio, en Madrid, antes de su largo periplo hacia el exilio», recuerda Payo. La muestra quiere «renegar de la idea de que Manuel era el conservador y Antonio, el progresista» para situarlos en esa 'tercera España' «de la intelectualidad, de la Institución Libre de Enseñanza, en la que se abogaba por la educación como el instrumento fundamental para el progreso de un pueblo».
Lo primero que nos advierte nuestro aventajado guía antes de adentrarnos en la exposición es que «no se entiende la enorme trascendencia» de los Machado «sin integrarles» en la saga a la que pertenecieron. Su abuelo Antonio Machado y Núñez fue «un médico, zoólogo, antropólogo, que llegó a ser rector de la Universidad de Sevilla», y su abuela, la pintora y folclorista Cipriana Durán Álvarez. A sus raíces y su infancia están dedicados los primeros capítulos, en los que junto a fotografías de la época se suman objetos curiosos como el álbum familiar o el ábaco con el que aprendieron a sumar y restar y a escribir las palabras que su abuela les leía del romancero antiguo, que años más tarde inspiraría a Antonio para escribir 'Campos de Castilla' durante su estancia en Soria.
Poemas inéditos
Tras pasar su juventud entre Madrid y París, llegó allí en 1907 para ocupar una plaza de catedrático de Francés separándose de su hermano Manuel, que continuaría en la capital. Castilla se cruzaba así, por primera vez, en su destino. Más tarde, lo haría en el de su hermano. A lo largo del recorrido que plantea la muestra se vislumbra claramente la impronta que esta tierra dejó en ambos.
Recuerda Payo que «cuando llega, Antonio queda impactado por la belleza árida de Castilla». Así lo reflejó en su obra y se puede ver en algunos de los manuscritos reunidos en Burgos, como el del poema 'Soria fría, Soria pura' o el inédito 'Las viejas de Castilla', que el autor dejó inacabado y lleno de tachones. Es una de las 'joyas' que se exponen por primera vez tras aparecer recientemente en los fondos que custodia la Institución Fernán González. Otra, es el documento original que se conserva de 'Autorretrato', cuyo hallazgo fue una grata «sorpresa», recuerda Belén Castillo, académica de la Real Academia Burgense de Historia y Bellas Artes.
Después de indagar en su etapa de madurez y duelo por Leonor, la muestra insiste en la relación que Antonio mantuvo con Castilla en el capítulo destinado a su estancia en Segovia, lugar que eligió en 1919 para ocupar la Cátedra de Francés del Instituto General y Técnico. Su cercanía a Madrid le permitió viajar a la capital los fines de semana, una circunstancia que favoreció que los hermanos comenzasen a trabajar juntos. «Fue el momento más fecundo de escritura conjunta», destaca Payo, que recuerda el «éxito atronador» que tuvo su obra de teatro 'La Lola se va a los puertos', de la que se expone el cartel, así como la fotografía que ambos hermanos se hicieron en el estreno del montaje con el general Primo de Rivera y su hijo José Antonio. Perteneciente a la Real Academia Burgense son también otros objetos singulares como el tintero personalizado de Manuel, su lupa y monóculo, o la petaca de piel que conserva intactos cigarrillos de la marca Abadie.
Que este conjunto de documentos y pertenencias terminase en la capital burgalesa tiene su origen en la donación hecha, en 1948, por Eulalia Cáceres, viuda de Manuel Machado, a Bonifacio Zamora Usabel, sacerdote y poeta burgalés, académico de la Fernán González. Luego, le sucedieron otras dos entregas, algunas pertenecientes a José María Zugazaga Marina, quien fuera secretario personal de Manuel.
Integrado en Burgos
Burgos era la ciudad natal de Eulalia y también donde vivía su hermana monja, Carmen, a quien el matrimonio visitaba siempre en julio coincidiendo con su onomástica. Fue por ello que el golpe de estado del 18 de julio de 1936 sorprendiera allí a Manuel y le obligara a quedarse.
Allí pronto se integró en el ambiente intelectual de la ciudad y fue donde concedió a la revista francesa 'Comoedia' una entrevista que le trastocaría su vida. Su «indiscreto» comentario al ser preguntado cuánto cree que se podría alargar la contienda -«conociéndonos a los españoles, esto puede durar siete años como las guerras carlistas»- le valió una denuncia por parte del corresponsal de ABC en París, quien recriminó al sevillano 'falta de patriotismo', una acusación que derivó en su ingreso en prisión -se exhibe su expediente procesal-.



La movilización de sus amigos intelectuales logró su pronta liberación, pero «entró en pánico». «Pocas semanas antes se había enterado de la muerte de Lorca. Él, ya un hombre mayor y enfermo, tiene miedo y decide cambiar su estrategia y ponerse al lado del régimen», explica Payo, quien recuerda que no por ello dejó de demostrar siempre que pudo que su pensamiento estaba «alejado de todo extremismo». En Burgos, Manuel tuvo una actividad fecunda y fue allí donde recibió la trágica noticia de la muerte de su hermano en Colliure. Con los últimos días de Antonio y la vida de Manuel ya de vuelta en Madrid se pone punto y final a la exposición. Belén Castillo, encantada por cómo han quedado reflejada en ella años de investigación, considera que esta cita «única» sirve también para poner en valor el legado custodiado en Burgos desde mediados del siglo pasado.
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