La defensa de las niñas de Aguilar estudia acudir al Constitucional tras el archivo definitivo del caso
Señala que no se han tenido en cuenta diligencias como el drenaje de una mina o la inspección de una cueva con los avances tecnológicos actuales
La defensa de la familia de las niñas de Aguilar desaparecidas hace 30 años cuando hacían autostop y subieron a bordo de un Seat Blanco en Reinosa estudian acudir al Tribunal Constitucional por la «vulneración de derechos» después de que la Audiencia Provincial de ... Palencia haya notificado la confirmación del sobreseimiento y archivo definitivo del caso.
«Se está meditando acudir al Constitucional porque no se han tenido en cuenta ninguna de las diligencias que se precisaron y solicitaron«, ha explicado en declaraciones a Ical el representante legal de las familias y criminólogo, Ramón Chippirrás, quien detalla que este Tribunal tienen un tanto por ciento desestimatorio alto, al hablar de un 90 por ciento de los casos, por lo que se va a hacer un recurso con las justificaciones oportunas y necesarias, del mismo que se ha practicado durante todos estos años en cada una de las solicitudes.
Aclara que, en el caso de que se cierre la puerta al Constitucional, se otorga la opción, en un futuro, de poder acudir al Tribunal de Estrasburgo para intentar poner fin a la desaparición de Virginia Guerrero y Manuela Torres, conocidas como las niñas de Aguilar, y que tuvo lugar en el año 1992.
Entre alguna de las diversas diligencias presentadas y que no se han tenido en cuenta, Chippirrás recordó la solicitud para el uso de los medios y avances disponibles actualmente para drenar la mina Fontoria, la cual se hizo en su momento pero de manera somera. De igual manera, se instó a inspeccionar la cueva Cervatos, la cual fue señalada en un informe de la Guardia Civil como un lugar idóneo para ocultar dos cadáveres, aunque no se actuó en ella ante la falta de medios en el año 1994.
Un reportaje en televisión en 2021 sobre la desaparición de las niñas dio un giro al caso tras años sin avances cuando una mujer comunicaba haber sido víctima a finales de 1991 de un intento de rapto en la misma zona y en un coche similar al que se cree que subieron las niñas. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Cervera de Pisuerga reabría el caso, se citaron testificales e inspeccionaron más de siete mil coches, pero finalmente sin claves certeras se ordeno el archivo de la causa.
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