Vía pulchritudinis
La diferencia
Ser conscientes de lo que hay a nuestro alrededor y luchar por la Justicia no está reñido con la obligación de ser pobres y felices
Pobre Europa
Feliz Navidad
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónNo me creo que a nadie le genere ningún tipo de satisfacción llamar gordo a un gordo o flaco a un flaco. No es de recibo que alguien evalúe su nivel de libertad a través de una disposición legal para poner a parir al vecino ... por sus tendencias sexuales, políticas o religiosas. Poder insultar no nos hace felices por mucho que, a veces, te dan ganas de blasfemar contra quien te lleva la contraria o te hace la vida imposible. Por mucho que te acuerdes de su familia el problema va a seguir estando ahí, presente.
Hace unos días rememorábamos con fe, pasión y emoción el nacimiento de un niño pobre y entre pañales. La venida al mundo de Dios convertido en ser humano al que adoramos y veneramos después de haber recibido los salivazos de sus vecinos, azotes de autoridades y el desprecio de esa muerte de cruz reservada para los peores del momento.
En Nochevieja, una imagen del Sagrado Corazón vilipendiada y despreciada ha hecho que hayamos olvidado todo eso. Un ataque con toda la intención pero sin ningún poso intelectual y menos gracia aún, ha provocado que se recurra, como los fariseos, a la ley y lo que es peor, a responder con el Talión. Si tú me llamas cristiano, yo te llamo sanchista o rojo o maricón. Que cada uno elija con cual de los adjetivos que nos ofrece el castellano se siente ofendido o halagado. Nuestro idioma es rico pero el uso que hagamos de él sólo depende de nosotros. Lo que para unos es medicinal a otros les genera indigestión.
No es que no merezca la pena rasgarse las vestiduras por una afrenta sino que como dice Lucas 16:8 «los hijos de este siglo son más sagaces que los hijos de la Luz». Eso no lo vamos a cambiar por mucho que nos lo propongamos y recurramos a la misma actitud litigadora y perpetuamente ofendida de quienes necesitan del Código Penal para buscar una dignidad para la que sus argumentos no alcanzan.
Ser conscientes de lo que hay a nuestro alrededor y luchar por la Justicia no está reñido con la obligación de ser pobres y felices. Ser los últimos, poseer una sola túnica y ofrecer la otra mejilla ante cada ofensa no es una pose sino esencia aunque eso nos devolviera a las catacumbas, lo cual, por cierto, sería una puntazo. Es esencia porque ahí reside el amor y lo que hace grande al Corazón de Jesús. Lo contrario sería recurrir a Félix Bolaños para que desde Justicia nos sacara las castañas del fuego y eso, permítanme, nos pondría en la tesitura de elegir entre ser unos pringados como el de la Cruz o estar locos de remate.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete