vía pulchritudinis
Cien euros
El asedio tecnológico al que se refiere Luis Mateo Díez no es negacionismo, es el canto a la libertad de ser uno mismo
Raros y normales
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Iniciar sesiónEl premio Cervantes, Luis Mateo Díez, afirmaba este viernes en la Feria del Libro de Valladolid que necesitamos «salvarnos del asedio que estamos padeciendo, y que procede del progreso». Sacado de contexto y bajo los criterios de lo políticamente correcto, la afirmación del genio leonés ... parece sacada de una tribu negacionista o un grupúsculo extremista anclado en el tradicionalismo y el sinsentido. El maestro Díez, sin embargo, reclama algo evidente para salvarnos del «asedio tecnológico» al que estamos sometidos. Su bálsamo mágico frente a todo esto, «el poder la imaginación» en manos de un libro que nadie puede leer ni interpretar por ti. Un libro es enfrentarse sólo a la vida sin 'hashtags' que te guíen ni influencers que aparecen tus dudas.
Un asedio tecnológico que para muchos es su tabla de salvación. Un enjambre de posibilidades plagado de genialidades que, a la fuerza, chapotean entre mediocridades y lemas cortos de fácil pronunciación. Conciertos de Taylor Swift y finales del Real Madrid que son capaces de cambiarte el nombre para que dejes de llamarte Manolo y erigirte en un 'swiftie' o en Vinicius con el mero trámite de comprar una entrada para un concierto o una camiseta con el nombre del ídolo en cuestión.
Cien euros que dan la felicidad, que suman adrenalina a tu vida y que, sobre todo, te equiparan a lo más granado de esa sociedad que ve el mismo concierto que tú aunque desde una balconada reservada a gerifaltes. El asedio tecnológico al que se refiere Luis Mateo Díez no es negacionismo, es el canto a la libertad de ser uno mismo. Reconocer a los buenos frente a los malos, a los listos frente a los tontos en lugar de convertirnos en series numeradas de seres sin alma. Un libro es mucho más barato que una entrada o una camiseta porque te exige trabajar. Obliga a ser uno mismo, a imaginar en singular, a pensar por ti mismo como engranaje fundamental de la sociedad en la que vives y restringiéndote el derecho a ser quien no eres aunque aspires a ello. Límites a los teléfonos en las aulas, vallas frente a la inteligencia artificial o potenciar deportes minoritarios son sólo parches para lo que somos como sociedad pero la clave está en encerrarte sólo, sin psicólogos ni gurús y leer esa novela sin tutoriales que pudo escribir un genio o un patán pero que sólo tú puedes vivir.
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