Cuantificar el valor de la naturaleza desde el aula

Esa cuantificación no sólo permite protegerla más, sino que también supone un argumento para invertir más en la gente que cuida de ella, que es la que vive en los pueblos, que son «los gestores de un patrimonio natural que beneficia a toda la ciudadanía». Ese enfoque del cuidado del entorno natural y sus beneficios se ha introducido en las aulas y para ello se ha formado también al propio profesorado. Esa formación es una de las bases del programa en el que se ha incidido igualmente en llevar esa cuestión a las aulas a través de diferentes contenidos educativos y actividades que se han puesto en marcha en los distintos países participantes para que luego puedan ser replicadas en otros.

De igual importancia ha sido para el proyecto la creación de una sencilla aplicación que calcula el beneficio de los ecosistemas para valorar el entorno natural y con la que, por ejemplo, el IES Aliste pudo poner cifras a la cuantía económica perdida en uno de los grandes incendios de la Sierra de la Culebra de Zamora del pasado verano.

Otra de las acciones del proyecto que se ha potenciado especialmente en el instituto del municipio zamorano fronterizo con Portugal ha sido el favorecimiento de diálogos intergeneracionales, para que, «utilizando la excusa de la relación con el entorno natural, los alumnos salen con las personas mayores de su pueblo para analizar cómo ha cambiado a lo largo del tiempo», señala Mezquita.

El proyecto ha extendido su ámbito de actuación a través de una de sus últimas acciones, una jornada formativa para profesores de Castilla y León y Portugal. Los centros europeos participantes en el proyecto arrancaron la iniciativa en el año 2020 y mantuvieron un primer encuentro online que se debía haber desarrollado en Alcañices, pero que la pandemia obligó a celebrar por medios telemáticos.

Posteriormente los socios del programa han mantenido una reunión en Grecia sobre nuevas tecnologías, otra en Groenlandia sobre cambio climático y un encuentro de seguimiento en Rumanía, mientras que la última jornada está prevista en mayo de este año en Croacia.

Por el momento, a falta de los últimos flecos del proyecto, en el IES Aliste ya se nota que los alumnos son aún más conscientes del impacto positivo de la naturaleza, algo de lo que también se ha concienciado la población general tras los incendios del pasado verano de la Sierra de la Culebra.

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Las acciones de concienciación sobre el valor del medio natural han llegado a los más de cien alumnos del instituto de Alcañices, unos mil de Rumanía, más de 400 de Croacia, otros tantos de Grecia y entre 600 y 700 de Lituania. Todos ellos conocen mejor y han tomado conciencia sobre los servicios del ecosistema, que son los beneficios que la naturaleza proporciona a los humanos y que han adquirido gran relevancia a nivel científico, pero todavía son muy desconocidos para la población y apenas se abordan en las clases de Secundaria europeas. «Si somos capaces de medirlos podremos poner en valor todo lo que el medio ambiente hace por nosotros.

El concepto de servicio del ecosistema subraya así nuestra dependencia de la naturaleza, se concibe como una nueva forma de afrontar las relaciones entre los seres humanos y la naturaleza y se centra en aumentar nuestra conciencia para proteger el medio ambiente», resume Mezquita.