La Catedral de Burgos muestra hasta el 19 de mayo el nuevo Ecce Homo atribuido al pintor Mateo Cerezo 'el Joven'
La obra se expondrá en la Capilla de los Condestables junto a 'Cristo de la Agonía', otra de las obras del autor burgalés
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Presentación del Ecce Homo atribuido a Mateo Cerezo
La capilla de los Condestables de la Catedral de Burgos expondrá hasta el próximo 19 de mayo el nuevo Ecce Homo atribuido al pintor burgalés Mateo Cerezo 'el Joven' (1637-1666), cuya autoría se descubrió el pasado mes de noviembre. La obra, propiedad de ... la galería Magalhães & Santos, y se expondrá bajo el nombre de 'He aquí el hombre' y se une a las otras dos obras de Mateo Cerezo que posee en su colección la seo burgalesa: un 'San Francisco de Asís y el ángel de la ampolla', que se conserva en el Museo de la Catedral, y un 'Cristo de la Agonía' datado en 1662-1663.
Esta nueva obra, se colocará junto a este último cuadro, donde permanecerá hasta el 19 de mayo, para que los visitantes de la Catedral puedan observarlo más de cerca. El deán de la Catedral y presidente del Cabildo Metropolitano de Burgos, Félix Castro, acompañado de los socios de la galería Magalhães & Santos, Friedrich Magalhães y Enrique Santos, presentaron a los medios esta obra.
Según explicaron, se trata de un óleo sobre lienzo, de 56,6 centímetros por 42,2 centímetros, pintado en el segundo tercio del siglo XVII y atribuido al pintor burgalés Mateo Cerezo. Su autoría fue certificada por el catedrático emérito de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla, Enrique Valdivieso, uno de los mayores expertos en la obra de Mateo Cerezo, informa Ical.
Se sometió a la obra a un «exhaustivo» proceso de restauración que ha devuelto a la pintura sus características originales. La restauración fue «muy sencilla», tal y como explicaron durante la presentación. Dado que solo necesitó de la eliminación del barniz y no requirió de una intervención importante, por lo que se tardó unos dos meses en llevar a cabo.
Tal y como explicaron los galeristas Magalhães y Santos, la obra llegó a su galería tras adquirirla de una colección privada, pero no descubrieron su autoría hasta presentar la obra a varios expertos, que finalmente les confirmaron su autoría. «Normalmente en esta época, muchas obras no están firmadas», explican.
De hecho, recuerdan que lo primero que pensaron nada más ver la obra fue la «impresión» que les produjo al mirarlo, y fue después cuando comenzaron a investigar su posible autoría, utilizando para ello el método de la comparación. Cerezo perteneció a la escuela madrileña, y tal y como explicaron ambos galeristas, que señalaron que «el estilo muchos de sus artistas se parece», por lo que resulta «difícil diferenciarlos». Destacaron así el brillo en los ojos de este Ecce Homo, que pese a no ser tan «fuerte» como el que se puede ver en el cuadro 'Cristo de la Agonía', situado también en la Catedral, se puede apreciar. «Es un pequeño detalle, pero pocos artistas lo hacen así».
Según explicaron los galeristas Magalhães y Santos, las características del cuatro permiten catalogarlo como una obra del pintor de la escuela madrileña Mateo Cerezo, y esta afirmación se basa en la «total coincidencia» de su técnica, especialmente en su dibujo, con otras obras con este mismo tema realizadas por él en las que supo fundir con «absoluta habilidad» referencias técnicas procedentes de Tiziano y Van Dyck. Por otro lado, indican que esta pintura coincide «fielmente» con otras versiones del mismo tema, como son la que figuraba en el convento de religiosas del Sagrado Corazón de Madrid, actualmente en paradero desconocido. También coincide con el Ecce Homo que pasó por el comercio de arte de Barcelona y con los ejemplares que pertenecieron a la colección Simonsen de Sao Paulo y a la de Arenaza de Madrid, que actualmente forma parte de los fondos del Museo del Prado.
Durante la presentación del cuadro, el deán de la Catedral, puso en valor la figura de Mateo Cerezo, considerado el «pintor más prestigioso de la ciudad de Burgos». «Pese a la brevedad de su vida, su amplio catálogo de obras se haya entre lo más selecto de la pintura española, del Barroco en el primer tercio del siglo XVII», indicó el deán, que recordó que en aquella época se daba «preferencia» al arte de los profesionales de la escultura, y aquellos que se dedicaban a la pintura abandonaban Burgos para completar su formación. Fue el caso de Mateo Cerezo, que se trasladó a Madrid y Valladolid, y su estilo se define por fusionar «de manera muy personal» las tradiciones flamencas, italianas e hispanas.
La galería Magalhães & Santos nació de la amistad de ambos galeristas y de su amor por el arte barroco. «Nuestro cometido es sacar a la aluz obras maestras y devolver el sitio que merecen muchos artistas olvidados», afirma Santos. A preguntas de los medios acerca de si se plantean realizar un estudio o publicación sobre la obra, Santos y Magalhães explicaron que en principio cuentan con el estudio llevado a cabo por Enrique Valdivieso sobre su autoría, y aunque no tienen previsto publicar nada en un futuro inmediato, no se cierran a esa posibilidad. Con esta presentación, ambos galeristas animan a la ciudadanía burgalesa a acercarse hasta la Catedral, para contemplar más de cerca esta obra y el estilo de Mateo Cerezo.
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