Castilla y León recupera la electricidad tras horas de apagón

Más de 1.300 ha recibido el 1-1-2 en Castilla y León vinculadas con el corte de fluido eléctrico. Una situación que llevaba al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, a constituir el Cecopi ante la situación de emergencia y declarar el nivel 2 (en una escala de 0 a 3) del Plancal para abordar la situación.

En la sala del 1-1-2 refuerzo de personal y llamada a la población para que no contactase salvo en caso de urgencia. Más de 400 incidentes se han gesionado vinculados con el repentino corte de suministro, principalmente por personas atrapadas en ascensores, lo que ha obligado a los bomberos sobre todo a realizar numerosas salidas.

En las carreteras, petición de no coger el vehículo privado salvo en casos de necesidad y en las ciudades, agentes de las policías locales desplegados en los principales cruces para facilitar la moviliad de vehículos y peatones. Ha habido fábricas, como Renault, con factorías en Valladolid y Palencia, que dado que la luz no regresaba, han enviado a sus trabajadores a casa. Mientras otras muchas empresas, grandes y pequeñas se veían obligadas a bajar la persiana. En algunos casos, con los dueños y empleados apostados a las puertas dada la imposiblidad de bajar literalmente la trapa ya que iba por luz.

También cierres obligados ante la imposiblidad de cobrar o incluso pesar la compra. Y en los establecimientos que lograban, sobre todo gracias a generadores, mantenerse abiertos, colas de cliente, con escenas, como reconocía alguno que «recordaban a la pandemia». Acopio de agua y también de papel higiénico. Comida envasada y pan, entre llo más frecuente al pasar por caja, donde establecimientos que sí lograban seguir con la actividad lo que cerraban era la zona de refrigerados y congelados, aunque no impedía que algun cliente tratase de hacerse con ese bien tras la cortina. Eso sí, como advertía una dependienta, «en la caja no se lo van a cobrar» y no se lo podrá llevar pues no está garantizada la cadena de frío y no lo podían vender.

En las estaciones de autobuses, como la de Valladolid, cierta normalidad, con los vehículos saliendo y entrado. No así en las de trenes, con viajeros aguardando la salida de un vagón que no lo hacía e incluso trayectos que se quedaban a medio camino, como el del Salamanca-Barcelona, que a la altura de Gomecello no podía continua con sus 150 pasajeros a bordo, además del personal.

Tras Salamanca, ya pasadas las cuatro de la tarde, Ponferrada y Palencia también comenzaban a recuperar la luz. A más de las seis lo hacía Valladolid, aunque con interrupciones, y otros puntos como Segovía seguían con falta de conexión con la noche ya cayendo encima.

Mañueco ha destacado que la «prioridad» del Cecopi ha sido garantizar el funcionamiento de los servicios esenciales como los hospitales y las residencias de mayores, así como los centros educativos. El presidente ha valorado «el comportamiento ejemplar» de los ciudadanos de la Comunidad, «que han colaborado para minimizar esta situación de crisis, sin generar situaciones de riesgo».