Y es que el coronavirus hizo desplomarse la economía de la Comunidad un 7,2 por ciento, «el mayor descenso en décadas», ha subrayado este viernes el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, en la presentación de los datos de la contabilidad regional del último año.
«Hemos recuperado el 111 por ciento de todo el PIB que perdimos«, ha recalcado. Eso, mientras a nivel nacional aún no se ha podido restablecer y se ha limitado al 88 por ciento. Esa posición de ventaja, ha augurado, hará también que en Castilla y León el crecimiento eche el freno de cara a 2023.
Servicios y construcción
«Seguiremos creciendo, pero el ritmo se desacelerará«, ha considerado Carriedo, quien ha expresado como punto negativo pese a que el PIB sigue asciendiendo que «se ha tardado tres años« en poder recuperar los niveles que Castilla y León poseía antes del Covid-19.
Los sectores que tiraron del repunte del crecimiento fueron el de los servicios (6,6 por ciento) y construcción (2,9), que fueron precisamente los «más golpeados» durante los peores años del coronavirus. Por contra, fueron la agricultura (-12,7) y la industria (-2,3) los que más cayeron, lastrados sobre todo por una «mala cosecha» y por el subsector energético.
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