Cándido Méndez cree que García Ortiz debe dejar su puesto para evitar el «deterioro» del «prestigio» de la Fiscalía
El exsecretario general de UGT advierte de que el «populismo» debilita a la izquierda y apuesta por el socialismo de García-Page
El juez apunta al presidente y Moncloa ordena blindar a Ortiz

El exsecretario general de UGT Cándido Méndez aseguró este martes que el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, debe presentar su renuncia para evitar que se produzca un «deterioro» del «prestigio» de la institución una vez que el Tribunal Supremo ha emitido un auto de procedimiento abreviado que lo sitúa al borde del banquillo de acusados por un presunto delito de revelación de secretos sobre Alberto González Amador, pareja de la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso.
En su participación en el Foro Económico de El Norte de Castilla, Cándido Méndez insistió en que la renuncia de García Ortiz no supone que se ponga en «tela de juicio» su inocencia en este asunto y advirtió de que puede producirse un «choque institucional muy serio» dentro de la propia judicatura y la Fiscalía. «La presunción de inocencia está a salvo. El problema es el prestigio de la institución», dijo y añadió que esto hace que no sea compatible con el mantenimiento de su cargo.
En ese sentido, el sindicalista español señaló que si García Ortiz se tiene que enfrentar a un juicio oral se daría la circunstancia de que el fiscal, un subordinado suyo, tendía que actuar contra él y no como un abogado defensor. «Ni siquiera aquí el Gobierno puede intervenir», dijo Cándido Méndez quien señaló que es el fiscal general el que está «ante sí mismo» y debe pensar cómo lo vería el conjunto de la sociedad española. «Yo creo que es una situación insostenible«, apostilló.
Asimismo, Cándido Méndez consideró que existe un problema «gravísimo» en España por el «enfrentamiento» que se produce «cada día» entre el poder ejecutivo, que representa el Gobierno de Pedro Sánchez, y el judicial, lo que además -recordó- está «casi anulando» al legislativo. De esta forma, advirtió de que no se puede sustituir el respeto al estado de derecho, uno de los pilares para él de la socialdemocracia, por el componente del «populismo», ya que aseguró eso termina por «debilitar» el proyecto de la izquierda.
Igualmente, el exsecretario general de UGT, que confesó que seguirá votando al PSOE por la memoria de su padre como ha hecho siempre a pesar de sus responsables, cuestionó el pacto de gobierno de Sánchez en este mandato con Junts, un partido de «extrema derecha», y que requirió la aprobación de una ley de «amnistía» vinculada al proceso independentista catalán. A su juicio, se deberían haber repetido las generales de julio de 2023, pese a que hubiera el temor de una victoria de la derecha.
«Yo confió más en el Partido Socialista que sus dirigentes», agregó, al tiempo que justificó su respaldo al proyecto de Izquierda Española, formación en la que participa el exvicepresidente Francisco Igea, y que ha elegido como líder a Guillermo del Valle. Además, apostó por el modelo de socialismo de Emiliano García-Page, que vinculó al del expresidente Felipe González, y que recordó es el que goza de mayoría absoluta en este momento.
Precisamente, avanzó que un grupo de dirigentes socialistas se reunirán el próximo 12 de junio para conmemorar el 40 aniversario de la adhesión de España a la Unión Europea, una efeméride que lamentó había olvidado La Moncloa dentro de la campaña de actos por los 50 años de libertad tras la muerte del dictador Francisco Franco.
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