Blázquez admite tener sus propias «hipótesis» sobre quién será el nuevo Papa: «Pido al Señor que los cardenales acierten»

«Pienso ir, claro», ha asegurado, en relación a los funerales del Pontífice, en un audio difundido por la Archidiócesis de Valladolid. «Y me quedaré en las reuniones previas al cónclave, que son en las que se estudia la situación de la Iglesia, de la humanidad, lo que se necesita. Estaré hasta el primer acto del Papa», ha señalado el que fue presidente de la Conferencia Episcopal Española, recoge Ical.

De esa forma, Blázquez podrá aportar sus opiniones en unas reuniones claves en la elección del que será el futuro obispo de Roma y, por tanto, Papa de la Iglesia. «No es una elección aún», ha apuntado el cardenal emérito que, eso sí, no podrá acceder al cónclave al tener ya 83 años.

Ha explicado que en esas reuniones previas al cónclave ya se trata de encontrar a la persona que mejor guiará a los católicos de todo el mundo en los años venideros. «Realmente, se trata de elegir a quien el Señor ha elegido ya. Yo lo que espero es que acierten. Que estén abiertos al espíritu», ha indicado.

Serán siete españoles los purpurados que sí que pueden entrar al cónclave, por lo que destaca que tienen en sus manos «una de las tareas que hemos recibido con el ministerio», quien reconoce que se trata de una «reunión en una coyuntura extraordinaria. Ese discernimiento de los cardenales», prosigue, «se hace desde la responsabilidad eclesial, a la luz de la fe, de la responsabilidad apostólica y orientándonos en el momento concreto, que tiene características propias».

Ricardo Blázquez ha definido al difunto Papa como una persona cercana del que guardará siempre un recuerdo extraordinario. No en vano, fue Francisco quien le nombró cardenal hace diez años. «Y desde entonces he pertenecido a seis congregaciones», ha subrayado el religioso nacido en Villanueva del Campillo.

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«He tenido bastante relación con él», ha reconocido, sobre todo cuando Bergoglio era arzobispo en Buenos Aires. «Siendo arzobispo dirigió los ejercicios espirituales de la Conferencia Episcopal Española», recuerda su primer contacto con él. «Y siendo yo presidente de la CEE participé en la conferencia del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, en Brasil. Y él estaba allí como arzobispo de Buenos Aires», ha evocado.

Después de esos dos momentos, fueron muchos más los encuentros con el Santo Padre. «También por teléfono», comenta Blázquez, además de remarcar que le percibió y experimentó como una «persona muy atenta, que escucha, sin prisas para responder».