La «baza» del falso rehén en la que encontró la muerte el jefe de la Unidad Especial de Intervención de la Guardia Civil

Y queda absuelto del delito de secuestro por el que también ha estado sentado en el banquillo. Según recoge el fallo, «voluntariamente», Iván, el entonces novio de la hijastra de 'Chiqui', se quedó con él en el piso en el que se atrincheró y «no se quiso ir».

Ese falso «rehén» se prestó incluso como «baza» a favor del acusado. El hecho de que tuviera a alguien más con él tras cerrarse en la casa, en la que además amenazó estar con explosivos y pedía «metadona» para su adicción que no ha servido como atenuante, fue una de las claves para el despliegue del numeroso operativo de la Guardia Civil, con el refuerzo de efectivos de otras provincias y la llegada de la UEI (Unidad Especial de Intervención) desde su base en Valdemoro (Madrid), con teniente coronel Pedro Alfonso Casado, al frente y en Santovenia encontrara la muerte.

Una condena impuesta en base la decisión del jurado, que, tras dos día de deliberación, declaró al acusado culpable de asesinato en el caso de 'Dioni' y de homicidio doloso y atentado en el caso del agente al frente de la Unidad Especial de Intervención. Por la primera de las muertes, 16 años y seis meses de cárcel –en la que está desde que fue detenido el mismo día tras doce horas atrincherados–, con la atenuante de estado pasional. En el caso del agente, 18 años de prisión, para lo que el juez tiene en cuenta la «gravedad del hecho», así como la «gran intensidad» mostrada por 'Chiqui'. También, añade, su «intención de matar», que fue «relevante, habida cuenta de las reiteradas amenazas» en ese sentido proferidas por el ya condenado, mientras se encontraba atrincherado con un supuesto ese rehén y pedía a los agentes «que no hicieran ruido, porque por el primero (muerto) pagaba, pero el segundo le salía gratis».

Precisamente el hecho de que el disparo que finalmente acabó con la vida del guardia el 5 de julio, tras varios días debatiéndose entre la vida y la muerte en el hospital, «no fue un acto sorpresivo» fue clave para que el jurado considerase la muerte del jefe de la unidad de elite de la Benemérita como homicidio y no asesinato. Y es que, recoge el fallo, el tiro que impactó en la cabeza del agente fue el tercero efectuado esa madrugada por 'Chiqui', quien tras disparar a bocajarro en el abdomen de 'Dioni' sobre las 1.20 horas también realizó otro de «advertencia» dirigido al techo en torno a las 6.45. «Para que veáis que hablaba en serio», recoge la setencia que el condenado respondió a los agentes desplegados cuando le dijeron que el disparo pasadas ya las 7.00 había impactado en uno de los suyos.

Desde el otro lado del bajo en el que estaba, apuntó hacia donde escuchó el movimiento de los guardias, pertrechados con sus equipos antibalísticos de más de 40 kilos, como marca el «protocolo» en un caso con rehenes. Era «consciente», sostiene la sentencia, de las consecuencias de un tiro con semejante fusil y munición, pero las «constantes amenazas», los tiros previos y que la UEI tuviera «activado el protocolo de seguridad» hacen considerarlo homicidio. En este caso, agravado con atentado contra agente de la autoridad.

Además, también recae sobre el acusado una pena de homicidio en grado de tentativa, ya que pudo «defenderse» y no le pilló por sorpresa, con la atenuante de estado pasional, por el intento «inacabado» de matar a Aitor, el hijo de 'Dioni' y que también estaba en el pasillo del bajo del número 8 de la calle Alfredo Martín de Santovenia cuando comenzó a correr la sangre. En este caso, el magistrado rebaja la pena en un grado. Y al igual que sobre los familiares de las dos víctimas mortales impone al penado la prohibición de acercarse y comunicarse con ellos durante los diez años siguientes al cumplimiento de la privación de libertad.

El conjunto de penas queda ligeramente por debajo de los 44 solicitados por la Fiscalía y los familiares de las dos víctimas y también de los 52 años de la acusación popular ejercida por la Asociación Víctimas de la Guardia Civil. La defensa, que finalmente elevó su petición a 22 años, ya avanzó el día en el que el juicio quedó visto para sentencia que recurriría.

Además, por daños «morales» deberá abonar 681.000 euros. 120.000 a la viuda e hija menor de edad del agente; 96.000 a la otra huérfana y 25.000 a uno de los hermanos –el otro renunció–. También, 80.000 a la viuda de 'Dioni'; 96.000 y 90.000 a sus hijos y 18.000 a cada uno de los tres hermanos.

«Amigos» desde la infancia, otra trifulca entre ambas familias en la tarde del 30 de junio derivada de disputas que arrancaron unos meses antes por motivos que no lograron consensuar –agresión, infidelidad...– terminó con dos muertos por arma de fuego. Amenazas de «quemar la casa», golpes a porrazos, la exmujer e hija de 'Chiqui' saliendo escoltadas de Santovenia por la Guardia Civil antes del río de sangre con un arma que fue a buscar a otro pueblo y los agentes todavía en la puerta cuando efectuó el primer tiro moral y se atrincheró.