El Ayuntamiento de Valladolid ya está «revisando» los coches de la Policía que los agentes ven «potros de tortura»

Consideran que «impiden el normal desarrollo de la actividad laboral e incluso la conducción de los agentes, poniendo en peligro su salud y su seguridad puesto que, en caso de colisión, los agentes no están a la distancia adecuada de los demás elementos del vehículo en razón de su altura y corpulencia«.

Desde el Ayuntamiento han tomado nota de la queja y, según ha reconocido este viernes el alcalde, Óscar Puente, ya están «revisando» los vehículos, en los que, ha reconocido, «sobre todo el problema» llega con la instalación de la cabina de detenidos«.

Esa mampara de seguridad entre los asientos delanteros, en los que van conductor y acompañante, y los traseros, en los en principio se lleva a los arrestados, es la que, según denunció el sindicato, convierte a los nuevos vehículos en «auténticos potros de tortura» para los agentes, no siendo aptos, para estaturas superiores a los 180 centímetros.

Puente, a preguntas al respecto tras la presentación del festival de Teatro de Calle (TAC) que se celebrará en la ciudad del 24 al 28 de mayo, ha reconocido que esa cabina «impide» que los asientos delanteros se desplacen en toda su capacidad hacia atrás, lo que «dificulta la habitabilidad» del vehículo policial.

También el concejal de Salud Pública y Seguridad Ciudadana, Alberto Palomino, ha señalado que este jueves «mandos» del Cuerpo de la Policía Local de Valladolid estuvieron con técnicos de la marca de los vehículos, Renault, para analizar la forma de «mover el asiento y el volante» de forma que se dote de «más espacio a los agentes».

«Se está trabajando en la solución desde el primer día«, ha subrayado el edil, quien ha apuntado que a la firma del rombo «no le ha gustado mucho» que se haya calificado a sus vehículos «como potros de tortura». Se trata del Renault Arkana, que, según la denuncia de CSIF, «aunque parece un vehículo de una categoría superior», utiliza la plataforma CMF-B del Renault Clio y Captur, «que tiene las limitaciones propias inherentes a los vehículos pequeños».

Además, el concejal ha señalado que los vehículos que han desatado la polémica con quince sobre un total de 104 de la flota de la Policía Municipal de Valladolid.