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El arzobispo de Burgos pide en el juzgado que «resplandezca la verdad» sobre la «rocambolesca» historia de las exmonjas de Belorado

Cuatro de las religiosas cismáticas también comparecen en Briviesca para «pedir a la Ley que ponga límite a la intromisión en nuestras vidas»

Perros a 1.100 euros: el negocio con el que las exclarisas de Belorado quieren salir de la ruina

El arzobispo de Burgos y comisario pontificio de los monasterios de Belorado, Orduña y Derio, Mario Iceta, a su llegada al juzgado de Briviesca ICAL
Montse Serrador

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El arzobispo de Burgos, Mario Iceta, y cuatro exmonjas de Belorado se encuentran desde las once de la mañana de este jueves en el Juzgado de Primera Instancia número 1 de Briviesca (Burgos) donde van a declarar ante la demanda interpuesta por las religiosas cismáticas por supuestos delitos de coacciones, administración desleal y revelación de secretos.

La comparecencia ante la jueza se ha convertido en un «festival», en palabras de Iceta, que comparece en calidad de comisario pontificio para los monasterios de Belorado, Orduña y Derio, y que ha lamentado el montaje de las exmonjas, que «hasta me han metido en la escaleta» al incluir al prelado en el planning judicial de la mañana.

Mientras, el responsable de prensa de las cismáticas iba informando puntualmente de todos sus pasos, incluso del momento de su salida, en dos furgonetas, desde Belorado.

Las ex monjas clarisas de Belorado acuden a declarar al juzgado de Briviesca ICAL

El arzobispo de Burgos ha decidido adelantarse y aunque su declaración no estaba prevista hasta la una del mediodía, a las diez y media ha llegado al juzgado acompañado por Sor Amparo, la monja de Belorado a la que las cismáticas «echaron cuando renunciaron a la Iglesia Católica», y Sor Carmen, la secretaria de la Federación que abarca 27 monasterios y que además es la que hasta el día de hoy ha aportado 360 000 euros para sostener los tres conventos inmersos en el litigio.

Iceta ha insistido en que quienes denuncian «ya no son monjas clarisas» y que acude a Briviesca para «mostrar la falsedad de la organización torticera de estos hechos con respecto a las coacciones». «Me acusan de administración desleal cuando hemos puesto 360.000 euros y ahora en el mes de abril acabamos de ingresar 20.000 euros más para pagar gastos corrientes», ha explicado, y se ha referido expresamente a los gastos de «luz gas, multas, impuestos, el leasing de dos coches, los seguros de cuatro coches más y para arreglar las cuestiones también relacionadas con 11 trabajadores». «Quiero que resplandezca la verdad en esta historia de dimensiones rocambolescas».

Minutos después de Iceta han llegado al juzgado las monjas –primero tres de las cuatro convocadas- acompañadas por su responsable de prensa y su representante legal. Ante los medios de Comunicación, sor Sion ha señalado que «nunca buscamos que ni el arzobispo ni ninguna comisión gestora administrara nuestros bienes, sino que nosotras queríamos seguir haciéndolo como lo veníamos haciendo».

Por ello, ha mantenido que se ha producido «una intromisión en nuestra vida de esta manera tan atropellada, tan impuesta desde fuera, algo que consideramos que es un daño tan grande que hemos tenido que pedirle a la ley que pusiera un límite a esto». «Hoy estamos aquí para ratificar lo que creemos que hemos sufrido y dejarlo en manos de un juez que ha sido el que ha imputado a al señor Iceta y que tendrá que ver si esto es o no es delito», ha zanjado.

Por su parte, Sor Amparo, que tuvo que abandonar el monasterio burgalés cuando hace un año se produjo el cisma, ha lamentado lo ocurrido desde entonces. «No lo entiendo. Que de buenas a primeras se hayan lanzado a esto, no lo entiendo. Ha recordado que ella desde el primer momento mostró su oposición a las decisiones de las monjas cismáticas que, por cierto, nunca se llegaron a someter a votación», ha matizado.

Visiblemente afectada, la religiosa, de avanzada edad, ha confesado que «me ha dado mucha pena porque hemos estado viviendo una vida de comunidad de fraternidad y de repente…Había anomalías, pero no te imaginabas que iba a parar en todo esto y menos que ahora se estén desviando de estas maneras».

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