Arranca la futura estación para hacer de Valladolid un «nodo ferroviario a nivel nacional»

La nueva infraestructura, cuya licitación autoriza este martes el Consejo de Ministros por 253 millones de euros, duplicará las vías para poder recibir a cinco millones de viajeros al año

Obras de infraestructura que darán que hablar en 2025

Óscar Puente, durante la presentación del proyecto ICAL

No podía ocultar este lunes su satisfacción el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, al presentar en su ciudad el proyecto de la nueva estación de ferrocarril que, oficialmente, arranca el martes con la autorización del Consejo de Ministros de lanzar su licitación ... por un importe de 253 millones de euros. «Pistoletazo de salida» para una obra que hará de la ciudad «un nuevo nodo ferroviario a nivel nacional, un punto estratégico y vertebrador de la red arterial hacia el norte, noroeste, sur y este» en palabras de Puente, quien confirmó que este proyecto, que arrancó en 2019, comenzará a ser visible a partir de octubre cuando arranquen las obras.

Unos 43 meses para una actuación «compleja», señaló el ministro, para lograr un «edificio singular, icónico, abierto y luminoso, de 360 grados y sin una fachada principal porque lo son todas». Y eso, «siendo capaces de conciliar» la nueva terminal de 7.900 metros cuadrados útiles, con la histórica estación, que también se rehabilitará, y cuyo uso futuro está por decidir.

Tres actuaciones en una que afectan a la propia estación, al ferrocarril y la ciudad. Así, el nuevo edificio, según explicó Puente, permitirá duplicar las vías –cinco vías y dos andenes de ancho convencional y siete vías y cuatro andenes de alta velocidad– y transformará el entorno urbano con una nueva plaza, itinerarios para peatones y bicis y un aparcamiento subterráneo con 600 plazas.

Recreación de la futura estación de Valladolid ABC

La fachada estará envuelta por una piel textil, «que la convertirá en un icono para la arquitectura ferroviaria y para Valladolid», aclaró el ministro, en cuyo diseño se ha implicado personalmente. De hecho, el proyecto inicial, del que ya hubo un primer esbozo el pasado mes de abril, presentaba un edificio en forma de cubo, con el diseño de la mayoría de estaciones de nueva construcción que se están levantando en España. Puente pidió entonces formas más redondeadas, abiertas y diáfanas, «con la luz como ingredientes fundamental» y con un color dorado con el que se busca «evocar los trigales de Castilla» y que se convierta, por su originalidad, en el «icono» de la ciudad.

En materia ferroviaria, la nueva estación permitirá consolidar a Valladolid como «punto vertebrador de toda la red». De hecho, por aquí pasan todos los tráficos desde el sur y desde Madrid, intensidades que se incrementarán notablemente a medida que se pongan en marcha las nuevas líneas, como la Palencia-Santander; la Burgos-Vitoria o la ‘U’ de Olmedo, que enlaza las líneas Madrid-Valladolid y la Madrid-Zamora que llega a Galicia. De ahí esos cinco millones de viajeros previstos en 2030 que, según reconoció el titular de Transportes, probablemente sean bastantes más.

En cuando al tercer aspecto de la actuación, éste tiene que ver con la propia ciudad con el objetivo de buscar el desarrollo urbanístico al otro lado de la estación, es decir, hacia el barrio de las Delicias. Por ello, el proyecto garantiza la conexión entre ambos lados de las vías, de forma que el edificio se ubica de forma transversal, para posibilitar la conexión a través de una plataforma de 180 x 12 metros como un puente sobre las vías, en paralelo al nuevo edificio, creando un nuevo espacio urbano de 2.000 metros cuadrados.

"Hipermegasupermoderna"

Menos entusiasmo con el proyecto mostró el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, que estuvo presente en la presentación acompañado por varios concejales. «Seguiremos luchando por el soterramiento con independencia de que tengamos una estación moderna, ultramoderna o hipermegasupermoderna», dijo a modo de sentencia sobre una actuación que, según apuntó «no me disgusta, pero no es una prioridad».

Y es que Carnero mantiene que la nueva estación «no malogra» su opción de hundir las vías del tren a su paso por la ciudad para la que, a su juicio, se podía haber destinado el presupuesto de la terminal «que ha pasado de 70 a 253». Se quejó, además, de haberse enterado del diseño ayer, y no antes, y de que no haya habido «diálogo» con el Ministerio sobre este asunto.

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