Argüello pide «un ejercicio de solidaridad» para alquilar viviendas «a un precio menor»

Argüello ha defendido que la inversión en vivienda por parte de las familias es «algo legítimo» si bien ha apelado a la «especial importancia» del problema de acceso a la vivienda que vive el país para hacer un llamamiento a los cristianos a que, como parte de la comunidad de bienes, faciliten el acceso a esos inmuebles a precios más bajos.

«Que se planteen si los precios de mercado han de ser los precios a los que se alquila la vivienda», ha pedido en concreto el arzobispo de Valladolid que ha considerado que el precio no debería estar marcado por las «realidades especulativas de este momento» o por diversas circunstancias.

Luis Argüello ha hecho hincapié en la necesidad de plantear «otra manera y otra forma de hacer» y ha apelado a la caridad de la Iglesia para llamar a los propietarios a realizar un «ejercicio concreto de solidaridad» en el uso de los bienes materiales, como la vivienda, desde el convencimiento de que este problema «desborda lo regulatorio».

«Vamos a combatir el mal a fuerza del bien», ha aconsejado el arzobispo de Valladolid, que ha recordado a los cristianos que la caridad «no es una limosnilla ni una justicia menor». A modo de ejemplo, ha explicado que aunque los tasadores digan que en una zona el precio de alquiler de un piso es de 10 un propietario puede decidir alquilarlo en 7.

«Este es el llamamiento que hacemos», ha insistido el prelado en la argumentación de su «propuesta general» a los propietarios. Argüello ha explicado también que tiene la impresión de que en los asuntos que están en la denominada «plaza pública» los ciudadanos nunca terminan de asumir su responsabilidad ciudadana y cristiana. «Siempre echamos balones fuera diciendo que son otros los que tienen que solucionar los problemas», ha lamentado el arzobispo que ha puesto como ejemplo la misión de Cáritas para pedir que surja el «deber de amor» al prójimo.

Argüello ha recordado por último que los ciudadanos ante las administraciones públicas tienen derechos «y también deberes» y en el caso concreto de los cristianos «un deber de amor» al que ha apelado en el tema del acceso a la vivienda. «La sociedad de la reclamación de los derechos sólo nos lleva a un callejón sin salida, el Estado del Bienestar es insostenible si sólo se vive desde la lógica de los derechos», ha concluido.