Antonio López une pasado y presente 'puertas adentro' en la Catedral de Burgos

Fue a comienzos del año 2019 cuando el Cabildo de la Catedral de Burgos anunció su intención de instalar en la citada fachada la obra encargada al artista español, coincidiendo con los 800 años de la colocación de la primera piedra del templo, el 20 de julio de ese mismo año. Se comunicó entonces que el proyecto, valorado en 1.200.000 euros, se financiaría, con aportaciones privadas. Sin embargo, la propuesta generó desde el primer momento una importante polémica en la ciudad, incluso con la oposición frontal de diversos sectores, que pusieron en marcha una plataforma ciudadana, liderada por el pintor Juan Vallejo. De hecho, una petición en 'change.org' impulsada por el fallecido artista reunió 78.727 firmas en contra de la instalación de las nuevas puertas de bronces, frente a las 360 adhesiones que sumaron otras dos campañas paralelas que respaldaban el proyecto.

La idea tampoco resultó del gusto de los expertos en patrimonio. Icomos España, organismo asesor de Unesco en materia de patrimonio, expresó desde el principio su reserva ante la sustitución de las actuales puertas de madera. Tal es así, que el que era entonces embajador permanente de España ante la Unesco, Juan Andrés Perelló, advirtió que la Seo burgalesa perdería su catalogación si se producía el cambio. Mientras, la Dirección General de Patrimonio de la Junta de Castilla y León no ha dado su visto bueno al proyecto hasta el momento.

En un clima creciente de enfrentamiento social y con las autoridades de patrimonio en contra, llegaba a Burgos a finales de 2020 el nuevo arzobispo, Mario Iceta, cuya primera reflexión sobre las puertas resulta ahora clave: «La vida del tiempo en la Iglesia es la eternidad, lo que quiere decir que no tenemos ninguna prisa en que se hagan las cosas bien». Monseñor Iceta se mostró desde el principio dispuesto a «acoger todas las indicaciones de la Unesco, de Icomos, de todos los organismos competentes» y aseguró que así se le había comunicado al autor.

La idea del arzobispo es la que finalmente va a primar: «Si los técnicos estiman que se pueden poner, se podrán y si estiman que hay elementos que tienen que ser madurados, las situaremos en otro lugar del complejo catedralicio y el tiempo dirá donde serán puestas».

De esta manera, los tres grandes portones de bronce, cada uno con su propia escena y personalidad, se exhibirán en el Museo Catedralicio, situado en la Sala Capitular y en las capillas abiertas de la Catedral de Burgos. Este espacio reúne numerosas piezas de orfebrería (imágenes de plata, custodias, cruces y varios objetos litúrgicos), pinturas, esculturas, documentos, códices (siglos X al XVI), tapices, así como una colección de tablas flamencas. Un conjunto de obras a las que ahora se sumará el conjunto escultórico, que se podrá ver gratuitamente hasta mediados de diciembre una vez que se proceda a su inauguración, que correrá a cargo del propio arzobispo; el deán-presidente del Cabildo, Félix José Castro Lara, el propio artista Antonio López y diversas autoridades.

Con su exhibición, el Cabildo metropolitano quiere que los ciudadanos tengan la oportunidad de contemplar la obra terminada del artista español vivo más importante, y juzguen por sí mismos: «Sin el consenso adecuado, sin que esté todo el mundo de acuerdo en ponerlas, nada se hará», ha insistido el arzobispo. Y, aunque el movimiento en contra no está tan activo como hace unos años, parece que todavía no se dan las circunstancias para el cambio.

Para monseñor Iceta, el mensaje está claro, las puertas de bronce llegarán el 29 de noviembre pero el templo tiene 800 años y «las puertas no nos van a quitar el sueño, porque han de ser ocasión de gozo, alegría y comunión y no de estridencias ni de desencuentros».

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Las puertas de madera de la Seo están instaladas en la fachada principal del templo desde el siglo XVIII y, desde el Cabildo, consideran que sería enriquecedor sustituirlas por piezas de mayor valor artístico. Además, sería el primer cambio importante en el templo en los dos últimos siglos.

Cada uno de los diseños del artista español funciona como un pequeño relato visual lleno de detalles que conectan lo divino y lo humano, explican en la web creada 'ex profeso' por el equipo de Antonio López, en la que se detalla el proceso seguido para llegar a una obra que pretende «ofrecer un puente hacia el presente», conectando «lo antiguo y lo actual» en un monumento con ocho siglos de vida. Las puertas contemplan el rostro de Dios, a la derecha una Virgen María joven y a la izquierda el Niño Jesús. Para estas dos últimas, el manchego se ha inspirado en su hija y su nieto, lo que incrementó las críticas. Además, un friso de bronce une las tres puertas emulando el paisaje de la capital.