EDUCACIÓN
Antonio Largo: «La sociedad está orgullosa de la Universidad de Valladolid»
El «sobrecoste» que trae la ley universitaria marca el inicio de curso para el rector de la UVA, que se muestra «preocupado»
La Universidad de Valladolid plantea concentrar las clases teóricas por la mañana por la aplicación de la nueva ley
Cristina Rosado
VALLADOLID
Entre la «ilusión» por un nuevo curso y la «preocupación» por el sobrecoste que conlleva la implantación de la Ley del Sistema Universitario (LOSU). Antonio Largo Cabrerizo lanza un mensaje: continua el «compromiso» que tienen con la sociedad. A su juicio, ésta debe valorar ... una Universidad como la de Valladolid, «de prestigio y calidad y con un reconocimiento internacional».
¿Qué tal ha empezado el curso en la UVA? ¿Cómo lo está viviendo el rector?
Todos los inicios de curso tienen una carga importante de ilusión y novedad y este año recibimos más de 4.500 nuevos estudiantes de grado, pero también hay otros aspectos negativos. Fundamentalmente, nos está suponiendo bastante trabajo y problemas la adaptación a la nueva Ley de universidades.
Ha manifestado que la LOSU no solo resolvía pocos problemas acuciantes, sino que generaba otros.
Sí. Nos ha generado muchos problemas en profesorado al cambiar las condiciones de las distintas figuras y crear otras nuevas que no están reguladas. Hay muchas cuestiones que están por decidir y una muy importante: cómo vamos a afrontar el sobrecoste que suponen estos cambios. Uno puede hacer cambios, pero si implican un sobrecoste, de alguna manera habrá que cubrirlo. Estamos a la espera de quién va a financiar lo.
¿Tienen cuantificado cuánto supone para la Universidad de Valladolid?
Depende de las figuras de profesorado que se contraten, pero, según los parámetros que maneja el Ministerio, estamos estimando 13 millones de euros de sobrecoste.
¿Anuales?
Claro, y consolidables. Por eso estamos muy preocupados. Apretándonos el cinturón podríamos rebajar algo esa cantidad, pero seguiría siendo de dos dígitos porque hay figuras de profesorado que pasan a tener una dedicación menor y tenemos que contratar profesores para cubrir la misma docencia, mantener los estándares de calidad y lo que hemos avanzado en investigación. Este último año hemos incrementado un 43% los fondos captados por nuestros grupos. Queremos seguir con esa política de favorecer la investigación, que nuestros profesores tengan tiempo para hacer investigación porque están haciendo un trabajo fantástico. Hemos trasladado al Ministerio las cifras y seguimos insistiendo a la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León, que es de la que dependemos para la transferencia de fondos. Tenemos muchas incógnitas por delante.
Hay rectores que advierten de que podría llegar a colapsar la universidad si esos fondos no llegan. ¿Cree que puede pasar?
En reuniones mantenidas con el ministro, algún rector le anticipó que las medidas que iban acopladas a la LOSU iban a implicar, si no había financiación extra, que tuviéramos que cerrar algunos grados. Porque si no tenemos profesores para cubrir la docencia, ¿cómo lo hacemos? Ni queremos cerrar grados, ni queremos saturar a los profesores con una carga enorme. Intentaremos tomar las medidas menos gravosas. La primera es pedir financiación y que se muevan las administraciones, tanto central como autonómica, para afrontar la realidad, que es que, efectivamente, la universidad puede colapsar. Todavía no hay respuesta. Esperemos que llegue a tiempo.
¿Entre estas noticias tristes hay alguna novedad positiva?
Seguimos en lo que tenemos que hacer, en acoger a los estudiantes, desarrollar investigación y transferencia de conocimiento, y comprometidos con lo que es la misión de la universidad, pero está siendo bastante estresante.
Tienen en perspectiva poner en marcha el curso que viene un Grado de Ciencias Gastronómicas junto a las universidades de Burgos y León, además de otro de Comunicación Digital en Segovia, y están tramitando el Grado de Biotecnología. ¿Cómo van esos proyectos?
En los últimos cuatro años hemos implantado ocho grados y distintos másteres, que con los dos títulos que se pongan en marcha en septiembre de 2024 suponen diez titulaciones creadas en cinco años, además de la de Biotecnología, de la que hemos emitido ya la memoria para su evaluación por la Agencia de Calidad. Eso da una idea del esfuerzo que se ha hecho en intentar dar respuesta a las demandas de la sociedad y con titulaciones con un perfil ajustado a la realidad del Siglo XXI. Ahora estamos viendo cómo compatibilizamos esas necesidades de financiación con tener que acometer proyectos nuevos, porque no debemos parar. En esto pasa como con los Juegos Olímpicos, una vez que comienza el curso ya preparas el siguiente. -
Entonces, el grado con Burgos y León sigue la línea de colaborar entre universidades en lugar de competir...
Las universidades públicas tenemos que trabajar para tener un sistema universitario potente en Castilla y León. Si le va bien a una universidad, eso va a ser positivo para todas. Hemos intentado ser complementarios y proponer titulaciones que vengan a cubrir lagunas formativas o que no compiten en el mismo ámbito territorial y por esa línea vamos. En este caso, se da la circunstancia de que podemos plasmarlo de una manera más nítida, que es colaborar, compartir recursos e ideas. Tenemos una buena sintonía entre las cuatro públicas y sí, intentamos reforzarnos y apoyarnos.
Aunque León y Burgos insisten en que desean contar con el Grado en Medicina.
Lo primero es asegurar la calidad y contar con profesorado, y volvemos a la financiación. Yo no tengo nada en contra de que cuenten con Medicina. Cuando nos han dicho que había que arrimar el hombro hemos implantado Enfermería en Segovia y aumentado un 22% las plazas de Medicina en Valladolid, pero hay que ver nuestra Facultad, que es la quinta en resultados MIR de España, y mira si es una facultad del Siglo XXI. Me gustaría tener financiación para nuestra Facultad, que tiene muy buena calidad. Nos cuesta mucho mantener el profesorado y nuestra Facultad merece que se la atienda adecuadamente. Hay que conservar primero lo que tenemos y luego, si tenemos que crecer, lo tiene que decidir quien lo tiene que decidir.
También puede resultar contradictorio si se habla de que el sistema debe ser complementario.
Creo que es más operativo apostar por fortalecer las titulaciones que ya tenemos y establecer otras complementarias, pero todos estos temas se tienen que sustanciar en el ámbito académico.
En las Cortes de Castilla y León también se ha aprobado una proposición no de ley para que se implante en Soria el doble grado de Ciencia e Ingeniería de Datos e Ingeniería Informática. ¿Qué opina?
No me ha llegado la petición expresamente. Estas cuestiones académicas convendría circunscribirlas al ámbito académico. Si llega financiación extra estudiaremos los proyectos que plateen con todo el detenimiento que se necesita y veremos si tienen viabilidad académica y económica. Nosotros no eludimos estudiar nada, pero primero tenemos que solucionar la financiación de los grados que tenemos. Aprobar cosas es gratis, luego desarrollarlas cuesta un dinero. Es muy bonito hacer brindis al sol y disparar con pólvora del rey, pero ¿quién paga la fiesta? Esta es la cuestión. Hay un Consejo de Universidades de Castilla y León en el que planificamos cómo vamos a desarrollarnos cada una en el futuro, porque yo mañana puedo pedir la luna.
También han hecho un esfuerzo en el rejuvenecimiento de plantillas y ahora, en el contexto al que se refería antes, ¿ese impulso puede pararse?
Íbamos muy bien y nos ha caído la LOSU. Habíamos duplicado el número de profesores jóvenes, habíamos rebajado la edad media de la plantilla, a pesar de que nosotros tenemos el vicio de cumplir años cada año (bromea) y sobre todo, estábamos incorporando investigadores jóvenes muy potentes y viendo que podíamos revertir la tendencia que ha sido heredada de la crisis. Cuando eso ya estaba superándose damos un paso atrás y sin ver los beneficios que va a reportar. Se ha hecho de una manera quizás precipitada, sin dimensionar, sin ser conscientes de lo que iba a involucrar, pero soy positivo, encontraremos alguna solución. Estoy seguro.
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¿Si la financiación no llega podrá suponer que empeore su posición en los rankings ahora que mejoraban posiciones?
Es incontestable que el posicionamiento en los rankings va claramente asociado a la financiación y al uso que se hace de ella. Observamos en Shanghai que el peso específico de España y Europa retrocede. Suben universidades asiáticas y de Oriente Medio, que están invirtiendo y fichando investigadores. Ahora bien, la posición global de España no se corresponde con la financiación porque estamos mejor posicionados de lo que corresponde a nuestra financiación. Somos la decimoprimera potencia en generación de publicaciones científicas, pero esto no se sostiene indefinidamente en el tiempo. Hay que mantenerlo para no dar pasos hacia atrás y siento estar hablando de financiación, pero es crucial.
¿Qué avances positivos destacaría además en los últimos años?
El Instituto de Investigación Biosanitaria y el avance que hemos hecho en investigación porque también hemos captado un 43% más de recursos en convocatorias competitivas. Somos la tercera universidad de España en generación de patentes. Es decir, tenemos muchas necesidades y problemas, pero afortunadamente tenemos mucho trabajo y compromiso en el seno de la comunidad universitaria. Espero que la sociedad vallisoletana se lo reconozca a los profesores y al personal de administración y servicios, la implicación que tienen y con unos recursos limitados. Porque estamos en una situación económica complicada y a lo mejor tienen que ser limitados, pero por lo menos que se reconozca ese compromiso en favor de la sociedad, en formación de estudiantes, en generación de conocimiento, en patentes, en innovación. También estamos implicados en aquello para lo que nos requieren, como en la Mesa de la Automoción, que es un sector clave. Estamos para lo que nos demanden y al servicio de la sociedad. Nuestra vocación es trabajar y no pedimos financiación para vivir mejor, sino para complicarnos la vida y trabajar más.
¿Sienten que la Universidad de Valladolid no es valorada como merece?
Siento que la Universidad de Valladolid no está suficientemente reconocida por la sociedad. Estemos orgullosos del buen trabajo que se hace y que se ponga en valor. Claro que hay cosas que mejorar, pero en eso estamos. Debemos estar orgullosos de una Universidad que tiene prestigio y calidad, con un reconocimiento internacional y que hace una gran labor en la sociedad castellano y leonesa.
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