Almeida destaca la Semana Santa de Zamora como una «tradición arraigada hasta los huesos»

El primer edil de la capital española citó algunos de los momentos clave de la Pasión en la ciudad, como el «destemplado» toque del Merlú, el sonido de las campanas del Barandales, el toque del bombardino de las Capas Pardas, el juramento del Silencio o el paso de las túnicas «de terciopelos negros y morados» del Jueves y el Viernes Santo.

«Más que a un servidor público, quizás deberíais haber invitado a un poeta para cumplir con esta misión. Porque efectivamente, la Semana Santa de Zamora es mucho más que una tradición; es un testimonio vivo de devoción, de cultura, de pasión, y de identidad arraigada», insistió Almeida, l quien pronunció estas palabras durante el pregón de la Pasión en la capital de la provincia, celebrado en el Teatro Ramos Carrión en el marco del Club de La Opinión-El Correo de Zamora.

«Zamora es una ciudad que, a lo largo de los siglos, ha sabido preservar lo más valioso de su tradición, de su historia y de su alma», ha recalcado el alcalde de Madrid, que ha hablado de «austeridad» para una Pasión que «es una de las más emblemáticas de toda España», una afirmación que «es ya un lugar común, pero no por ello deja de ser una verdad incontrovertible».

Para Almeida, «Zamora es una ciudad que sabe cómo fundir su pasado con su presente, cómo conservar lo que es eterno, pero sin dejar de ser una ciudad viva, moderna y pujante». «La Semana Santa de Zamora es solo un reflejo de esta capacidad de mirar hacia el futuro sin olvidar el peso de la tradición«, ha apostillado el político.

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Además, recordó los lazos entre Zamora y Madrid desde los tiempos antiguos y ahora, con la emigración desde la provincia a la urbe: «Aquellos hombres y mujeres que, con la dignidad, el trabajo y el sacrificio como bandera, llegaron a Madrid buscando un futuro mejor, sin perder nunca el amor y la lealtad a su tierra natal», recordó Almeida, informa Ep.

«Las grandes ciudades que, como Madrid, viven lanzadas al futuro con su bullicio y su afán de modernidad, saben en el fondo que sus raíces se hunden en lugares como este, en ciudades como Zamora, símbolos vivos de lo que perdura, de lo que trasciende. Madrid podrá mirar al cielo con sus torres de cristal, y está bien que así lo haga, pero es en Zamora donde el alma encuentra su reflejo, donde se custodia la esencia de lo que somos», concluyó.