Activan la alerta por una plaga de zabro que amenaza al cereal en Castilla y León

El Zabrus tenebrioides es un insecto coleóptero cuyas larvas pueden ocasionar daños en los cereales. Entre la nascencia -los agricultores están prácticamente terminado de sembrar las últimas parcelas de cereales de invierno- y encañado es el periodo de mayor riesgo. ¿Cómo se nota que el zabro está presente? Normalmente, se alimenta de la parénquima foliar y respeta la nervadura, lo que provoca un aspecto de deshilachado en las hojas muy característico.

Así que ante la alerta, desde este Observatorio, dependiente de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, que ha emitido la alerta recomiendan a los agricultores «una especial vigilancia» de sus parcelas así como «consultar la ficha de apoyo técnico emitida para que sepan cómo hacerlo», para lo que pueden consultar las instrucciones en la página web https://plagas.itacyl.es/zabro ya disponible.

Y es que los condicionantes climáticos otoñales «han resultado favorables para la aparición de larvas de zabro». Ante lo que desde Agricultura recomiendan «atención especial» a las zonas con antecedentes de zabro en campañas anteriores, como son las comarcas de Arlanza, Arlanzón y Pisuerga, en la provincia de Burgos; Campos y el Cerrato, en Palencia; Arcos de Jalón y Gómara, en Soria; Centro y Sureste, en Valladolid; y Campos Pan, en Zamora.

En el caso de observar presencia de esta plaga, el umbral de tratamiento fitosanitario está establecido cuando entre la nascencia y el estado de tres hojas se observen de 10 a 16 plantas dañadas por metro cuadrado en el caso de la cebada, y de ocho a diez en el del trigo. El posible tratamiento se debe realizar al amanecer o al atardecer, cuando más actividad tienen las larvas. En cualquier caso, recuerdan, se deben «utilizar únicamente productos autorizados» e inscritos en el Registro Oficial de Productos Fitosanitarios.

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En cuanto a medidas preventivas a considerar en campañas sucesivas tras la detección de zabro, desde el Observatorio plantean opciones como la rotación de cultivos, evitando siembras de cereal sobre cereal (si es viable, no sembrar cereal incluso, al menos, en un par de años); retrasar al máximo la fecha de siembra; laboreo del terreno para la eliminación del rastrojo y el ricio (preferible con volteo para la exposición de las larvas al exterior).