Mueren un brigadista y un agricultor en dos incendios en León y Segovia

Aitor Lastra, de 27 años, era un experimentado trabajador en la extinción de incendios, sin embargo ayer las llamas truncaron su vida. A las 14,15 horas se tuvo noticia del fallecimiento del joven operario de la cuadrilla terrestre de La Cabrera, que trataba de sofocar el incendio de Molinaferrera, en el municipio leonés de Lucillo, que se había se detectó de madrugada. Hasta el lugar de los hechos se movilizó un equipo de ayuda psicológica del Servicio de Emergencias 112 para asistir a los familiares y compañeros del fallecido, los cuales, éstos últimos prosiguieron con las labores de extinción a pesar de la trágica noticia, con un «sentido de responsabilidad» digno de elogio, alabó Silván, que remitió su apoyo a los allegados del fallecido, al que quiso lanzar un «reconocimiento público» a su labor, que le ha costado la vida, con este «triste final».

Esta siniestra jornada provocó la «impotencia» del Ejecutivo, que ha contemplado cómo los brigadistas «se juegan la vida por apagar incendios, que, en su mayor parte, son provocados por mentes perversas y cabezas con mentalidad de delincuente».

«Es dificil describir con palabras el sentimiento que tenemos». Cuando se provoca un incendio se «ataca» al patrimonio, y en casos como este se «atenta contra la vida de una persona que se la ha jugado».«Traslado todo el pésame, apoyo y solidaridad a la familia y amigos de Aitor en nombre del Gobierno regional», apuntó Silván, que lamentó que «la naturaleza es capaz de recuperarse, pero la vida humana no va a renacer».

Al cierre de esta edición, el incendio de Molinaferrera continuaba activo, tras haber arrasado treinta hectáreas arboladas y más de 37 personas seguían trabajando en la zona para la extinción de las llamas.

En la tarde de ayer, agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León hallaron el cuerpo sin vida de un agriculto jubilado de 69 años cuando acudieron a la extinción de un incendio en la zona de Nava de la Asunción, media hora después de que se produjera la llamada de alerta ante el avistamiento de llamas.

Al parecer, el fallecido había acudido al campo, aunque se desconoce si fue para colaborar en las labores de extinción o ya se encontraba en el lugar del incendio La Guardia Civil se acercó a la zona para iniciar las investigaciones pertinentes que esclarezcan lo sucedido, al no saber si falleció a causa de las llamas o sufrió antes algún problema físico.

El incendio, que ya está extinguido, se trataba de una quema agrícola de restos de viñedos que se extendió y afectó a 0,9 hectáreas de un pinar.

Dadas las condiciones meteorológicas y elevadas temperaturas de este mes de octubre, la Junta mantiene declarada la época de peligro medio de incendios.