Felix Grobschartner sorprendió a los favoritos con un ataque seco a 800 metros de la meta en el inicio de la última rampa y se enfundó el primer jersey morado , con 8 segundos de ventaja sobre Almeida y el propio Alejandro Valverde, experto en este tipo de llegadas en cuesta.
El regreso del pelotón profesional a la ruta tras el parón provocado por la pandemia de la Covid-19 combinó mucho calor, varias caídas múltiples y el acelerón a 35 kilómetros de la meta del belga Remco Evenepoel (Deceuninck-Quick Step), una de las sensaciones del pasado y el inicio de este curso.
Evenepoel se fugó en solitario poco después de la neutralización de una escapada de 4 corredores -los españoles Gotzon Martín, Fundación Euskadi; Diego Pablo Sevilla, Kometa Continental; y Kiko Galván, del Kern Pharma; y el neerlandés Jetse Bol, del Burgos-BH- y llegó a contar con algo más de medio minuto de ventaja.
En cambio, el viento en contra de la estepa castellana y la prudencia frenaron el ímpetu del belga antes de que los equipos con velocistas, entre ellos el CCC, prepararan la llegada en un pelotón mínimo por el intenso ritmo de los kilómetros finales.
Movistar protegió a Valverde ante un final que se ajustaba a su perfil, pero el pronóstico lo hizo añicos Grobschartner , quien no esperó a los movimientos de los líderes para asestar su golpe al liderato. Mikel Landa (Bahrein) fue quinto y Evenepoel pagó la exhibición previa y acabó décimo.
Este miércoles se disputa la segunda etapa, entre Castrojeriz y Villadiego, 168 kilómetros de trazado rectilíneo que serán el prólogo de la jornada de la ascensión a Picón Blanco, un puerto de categoría especial que será el escenario de la pugna de los favoritos al maillot morado.
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