El turismo rural se queda «a cero» en una Semana Santa «fuera de mercado»
El cierre perimetral, los límites de reunión y el «miedo» lastran la actividad desde octubre
El sector se encomienda a la vacunación para tener un verano «como el anterior»
Estos son los días festivos en la Semana Santa 2021
M. Gajate
Familias, grupos de amigos, compañeros de trabajo con sus parientes... Es variopinto el perfil de los inquilinos que se citan en una escapada a una casa rural . Si hay un denominador común mayoritario es que son grupos de distintos hogares que se encuentran ... bajo un mismo techo durante unos días. Un perfil que en esta pandemia ha estado durante meses prohibido por ley. Y es que a esas reuniones en estos u otros ámbitos se les ha puesto coto en aras de controlar al Covid con topes que han apuntado a diez, a seis o cuatro personas e incluso se han limitado en exclusiva a los convivientes, como es el caso de la Semana Santa. De ahí que los alojamientos que antes del coronavirus recibían cada fin de semana particulares reencuentros lleven meses sin encender las luces de las casa s.
Se quedan así sin Pasión. Apenas se esperan reservas y las cancelaciones han dinamitado las pocas que había . En algunos puntos están «a cero» y la media podría rondar un tres por ciento, según explica el presidente de la Asociación de Turismo Rural de Valladolid, Luis Chico, quien señala que la limitación de reunión es una losa en el negocio ya que se trata de establecimientos grandes —la capacidad media es de diez personas— y que ahora sólo pueden acoger a convivientes. Eso ha llevado en algunos casos a cerrar y en otros a abrir las puertas, aunque puedan perder dinero , con casas de 16 reservadas para dos, en las que el dueño asume gastos de luz y calefacción mucho mayores de los que se abonan.
Las limitaciones les dejan «fuera de mercado» en un periodo que suele ser el punto de inflexión, señala Chico, que no confía ya ni en los puentes venideros. Su mirada está puesta en el verano y en ello coincide con sus homólogos en otras provincias de Castilla y León. Es un deseo compartido, que este estío sea «al menos como el anterior».
Un verano como al que se dijo adiós a finales de septiembre con la segunda ola. Desde entonces, las reservas son un 85 por ciento inferiores a la era precovid , apunta el presidente de la Asociación de Turismo Rural y Activo de Segovia, Gerardo Otero. Con la bajada de las temperaturas y el aumento de contagios, el cambio lo marcaron las restricciones. Buena parte de esa caída en los últimos meses la achaca al cierre perimetral . Los fines de semana se ha frenado el flujo de Madrid y en Semana Santa a usuarios que suelen venir de más lejos como Cataluña o Andalucía. De Castilla y León son muy pocos. También al aforo, que pone coto a las escapadas de amigos o familiares. A ello, apunta, se suma el «miedo». «Muchos no se atreven a juntarse» y quieren «cierta seguridad». No sobre el alojamiento, «las casas no contagian», sino sobre sus coinquilinos.
Con este panorama –dice– «no nos han cerrado pero estamos sin posibilidad de tener clientes» . La clave para asegurar así ese verano ansiado estaría en la vacunación y sus ánimos decaen al ver que «va despacísimo». «No han acabado con los mayores de 80» y esa franja de edad está muy lejos de la que suele ser su público objetivo.
Cancelaciones
En todas las provincias tienen la mente puesta allí, en la vacunación, la inmunidad de rebaño y las altas temperaturas. No esperan mejoras antes. Al igual que en Valladolid y Segovia, la Semana Santa en Ávila no será distinta al resto del otoño e invierno. Todo cerrado salvo «casos contados» . La actividad sólo es intensa en el proceso de reservas y cancelaciones. Se solicita presupuesto, se acuerda, se cierra una fecha, se remite la documentación con las limitaciones y ya allí llega en algunos casos el paso atrás. Algunos se mantienen, pero entonces una rueda de prensa lo cambia todo. El aforo se reduce y rehusan, lo cual hace que el sector esté «desconcertado», explican desde la Asociación de Empresarios Gredos Norte (Asenorg).
La mayoría en Gredos lo asimilan ya con cierta resignación , asumiendo que si éste es el último sacrificio, «bienvenido», reconocen con el recuerdo de un verano pandémico como el anterior que funcionó bastante bien en la zona. Piden, aún así, a las autoridades un replanteamiento que no «demonice» a la hostelería y el turismo. Las restricciones «han abocado a quienes no tiene conciencia a reunirse en casas y hacer lo que les da la gana», de manera que aunque «impiden» los contactos «también producen cierto tipo de comportamientos», advierte la presidenta de Asenorg, Isabel Sánchez.
«Más mano dura»
Desde la Junta, confían en reservas de última hora que eleven los niveles de ocupación en Semana Santa y animan a los castellano y leoneses a viajar a otras provincias, una tendencia que apuntan ha sido creciente en la pandemia. «Se montan en el coche» y se improvisa la escapada, señaló la directora general de Turismo, Estrella Torrecilla, cuyo departamento desarrolla una campaña para promover un turismo local que cree que puede «dar mucho juego».
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