Antonio Piedra - No somos nadie
Tiranos a la vista
«Tanto Pedro como Alberto han trabajado durante cuatro meses sólo para gloria y lucimiento de Pablo Iglesias»
¡Qué dura lección nos han proporcionado en Castilla y León los agentes de la Investidura! Los profetas del diálogo han acabado en esclavos de su monólogo sectario. Han ejercido con tanto ahínco su liberalidad que, como decía Maquiavelo , se la han zampado ... ellos solitos. Su ideario, en el fondo, no era más que una retahíla de puntos embellecidos para que los demás observaran su apabullante brillantez y doblaran la testa. Craso error. Si hubieran leído filosofía aplicada, habrían descubierto algo que ya reclamaba Nietzsche como condición previa: que, primero, ha de haber dialogantes fieros. Y segundo que éstos han de conocer «cuál es el sentido de sus donaciones». Sánchez y Rivera, como amantes de segunda y envanecidos, sólo se casaron para ver qué era eso.
Así que su aventura política, de escaso talento y enfermedad incurable, ha fracasado de modo rotundo. De aquí se infieren dos consecuencias fatales y muy serias. Primera, que ni Sánchez ni Rivera sirven para hacer política de consenso . Y segunda, que tanto Pedro como Alberto han trabajado durante cuatro meses sólo para gloria y lucimiento de Pablo Iglesias. Lo primero, hay que reconocérselo, tiene su importancia relativa. Qué le vamos a hacer. Antes de su investidura nos parecían tan ricos que teníamos algunas dudas sobre sus ocurrencias. Después de la investidura, lo que hemos adquirido son dudas despejadas. Sus verdades se tambalean, y da igual que nos las repitan en inglés, en chino o en berciano.
En cuanto a lo segundo -trabajar con dedicación exclusiva para Iglesias-, esto sí que ha merecido realmente la pena. La obstinación de Pedro & Alberto por meter a Pablo en su naturaleza motivada ha sido tan constante y profunda que, al fin, el indio de coleta morada se ha rendido por entero a sus encantos medioambientales de ONG . Les ha regalado una exclusiva impagable. Imaginamos el disgusto causado, claro, pero el chavista no se ha andado por las ramas y les ha advertido, sinceramente -no importa que haya rectificado un poquito el viernes-, que no le gusta la libertad de prensa , ni los periódicos libres, ni los periodistas liberales, ni las noticias de verdad, ni la verdad haciendo de noticia.
O sea, que gracias a Pedro & Alberto, hoy sabemos los ciudadanos corrientes y bajos del sistema algo que imaginábamos sin gran esfuerzo: que entre las castañas bolivarianas, que ellos intentaban mondar un poco, nos ha nacido un tirano o un dictador con todas las consecuencias . Se presentará a las próximas elecciones para proponer lo que sueñan todas las tiranías y que ya desveló Montesquieu hace mucho tiempo: acabar con la paz ciudadana, e imponer el silencio en todas las orbes ocupadas por los sátrapas. Si gana, ya sabemos lo que primero que hará como medida preventiva: hacer de la libertad de prensa un primer plato de condumio venezolano.
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