Los sindicatos dicen que sólo una «mínima parte» de los acuerdos del Diálogo Social se incumplen

Vicente Andrés reconoció que los acuerdos del Diálogo Social «no se cumplen al 100 por ciento» y aseguró que se está trabajando para exigir su cumplimiento «en su totalidad». Y aunque no es completo, apostillo que hay una parte «mínima» a la que no se está dando cumpliento, lo que constituye una de las exigencias que los sindicatos realizan en las evaluaciones de esta herramienta.

Andrés hizo un repaso por la historia del Diálogo Social en Castilla y León, un acuerdo que en 2008 vivió «un punto de inflexión» en la adopción de acuerdos «vivos y vigentes» que han convertido a esta herramienta en un modelo «asentado y arraigado en Castilla y León» y que ha avanzado su posición en estos dos últimos años, constituyéndose en 24 localidades de más de 20.000 habitantes.

Este reconocimiento ha traspasado fronteras y el Diálogo Social de Castilla y León es un modelo «avanzado» que no existe en ninguna otra Comunidad «de la forma que lo entendemos nosotros». Andrés aclaró que la intención de este órgano es «avanzar» en la mejora de los representantes e hizo un llamamiento para que no se utilice el Diálogo Social «como arma arrojadiza» entre los grupos políticos ni se haga «un uso torticero» de él.

A juicio del líder sindical de CCOO, la «fórmula» para el mantenimiento del Diálogo Social a pesar de la crisis fue el mantenimiento de un periodo «sólido» de acuerdos con la vocación de hacer «un modelo potente de participación de democracia participativa» y durante la crisis, los sindicatos lo primero que pusieron sobre la mesa fue la necesidad de adoptar medidas de protección. «Vino la prueba del algodón ante la resistencia del Diálogo Social en el momento de la crisis» para ver si se podía mantener «el equilibrio» y en ese momento se situó «parte del éxito» de la conservación de esta herramienta, junto al propio modelo, a lo que hay que sumar una «precisión de cirujano» a la hora de elegir las materias de negociación.

Por último, Andrés no ocultó que la salida de la crisis económica «está siendo mala» porque los trabajadores «están perdiendo derechos y se está retrocediendo», algo que es lo que se está intentando «cambiar» mediante el Diálogo Social. Aunque incidió en que Castilla y León se encuentra «peor que hace unos años», apostilló que esta situación es generalizada en España, por lo que reclamó la restitución del Diálogo Social a nivel nacional.

Por su parte, Faustino Temprano, recalcó qu cuando se firman los acuerdos del Diálogo Social, los responsables son «todos los firmantes» aunque puntualizó que el desarrollo de la gestió nde los acuerdos «corresponde al Gobierno de la Comunidad», además de que el modelo que setá funcionando en Castilla y León «en otras partes no puede funcionar», al tiempo que apostó por que se aprecie «qué se está haciendo en otras Comunidades» para conocer «qué se puede trare y qué nos demandan otros territorios».

Después de detallar de forma muy exhaustiva el estado de cada uno de los acuerdos en los que se está trabajando, el dirigente de UGT demandó la continuidad del Diálogo Social «como instrumento de acuerdos que beneficie, no a los que representamos, sino al conjunto de los ciudadanos», y denunció que a día de hoy los órganos gestores, que son los encargados del desarrollo de los acuerdos, no han elaborado la memoria de actividad del año anterior, lo que impidió a su organización realizar una evaluación «estricta» de los acuerdos existentes hasta el momento. «Hay también convocatorias que no se han cerrado o se solapan en dos años, por lo que es imprevisible conocer su cumplimiento y ejecución en estas fechas», alegó.

Por ello, Temprano reclamó a la Junta de Castila y León que los acuerdos se desarrollen «cuanto antes» porque «igual de importante es la firma del acuerdo del Diálogo Social que sacarlos cuanto antes y publicar la norma para beneficio de los ciudadanos», un aspecto en el que el representante de UGT en Castilla y León detectó «problemas» en los que abogó por seguir trabajando.

El responsable de UGT en Castilla y León hizo alusión al «grave problema» que es la pérdida de población en la Comunidad y pidió medidas «para detener la marcha de la población», algo para lo que consideró necesario que se tenga en cuenta a sectores «importantes» como el de la construcción, así como otros «nichos» importantes para no seguir perdiendo población activa. De la misma forma, Temprano apuntó a que los acuerdos alcanzados no son incompatibles con las protestas ciudadanas porque la movilización persigue «llegar a acuerdos en la mesa de negociación» ya que el Diálogo Social «no es la panacea de solución» pero sí ayuda en la mejora de las condiciones de vida de los ciudadanos.

Desde el Grupo Parlamentario Ciudadanos, José Ignacio Delgado compartió el hecho de que se está pactando «para avanzar» en beneficio de los ciudadanos y trabajadores de la Comunidad, y reconoció también ese «punto de inflexión» que se produjo en el año 2008, desde cuando cifró en unos 38 los acuerdos alcanzados «de más calado».

La portavoz de Podemos en esta Comisión de Empleo, Adela Pascual, consideró «desestructurada» la presentación sobre el cumplimiento del Diálogo Social como si fuera «una tortilla de patata desestructurada» en la que que falta un ingrediente, que es la sal, en alusión a la Junta de Castilla y León. «Defendemos el Diálogo Social, pero entendemos que no debería ser un espacio de confort para Cecale, la Junta y los sindicatos», estimó.

A juico de Pascual, el Diálogo Social «le viene bien a la Junta» que lo utiliza «como trinchera», y consideró que el diálogo «es bueno» pero recalcó que 2el problema es cuando el diálogo se produce entre desiguales». Además, desde la formación morada se incidió en que las políticas que se acuerdan «no están dando los resultados esperados» porque es ahí donde tiene que verse la incidencia, además de que cuando se habla de esta herramienta como una seña de identidad, no se está teniendo en cuenta «la peculiaridad» de Castilla y León.

De forma parecida se expresó el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Pedro Luis González, recordó que el Diálogo Social debe ser «un instrumento a disposición de la sociedad representada», pero consideró que está sirviendo «para suplir las carencias o recortes en materia de prestación social que el Gobierno de la derecha ha puesto encima de la mesa», teniendo en cuenta además que «la del Gobierno de la nación es la misma derecha que la del Gobierno autonómico».

Y aunque trasladó su «reconocimiento y respeto» a esta herramienta, González Reglero expresó su deseo de que se dejase de «manosear» el Diálogo Social por parte de la Junta porque «cualquier iniciativa que hace cualquier grupo de la oposición, siempre se responde diciendo que viene avalado por el Diálogo Social» cuando, en realidad «no todo vale para defenderse de las críticas políticas», declaró.

José Manuel Fernández Santiago, por parte del Grupo Parlamentario Popular, hizo alusión al Diálogo Social como una herramienta «sin precedentes» en la que la comparecencia de hoy constituye «un hito» porque Castilla y León ha emprendido «la verdadera institucionalización del Diálogo Social» y se está convirtiendo en «pionera» en otros territorios. Para Fernández Santiago, lo realmente importante es que tiene «una fuerza extraordinaria» con un Diálogo Social tripartito -Junta, sindicatos y patronal- y que tiene «una fuerza enorme».

Se trata de una experiencia «consolidada» que ha permitido la adopción de un centenar de acuerdos «por unanimidad» y que suponen partidas presupuestarias y la producción de normas. «El Diálogo Social es una pieza esencial en la Comunidad en el engranaje institucional y un instrumento útil de la política social» con acuerdos «valientes, responsables y novedosos» que han favorecido que los momentos más difíciles de la crisis hayan podido mantenerse «muchos empleos», aseguró Fernández Santiago. Por último, auguró que el Diálogo Social «ha llegado para quedarse» en Castilla y León, donde es «una seña de identidad».