El Real Valladolid gana su segunda final

El partido se puso a favor del Real Valladolid muy pronto, cuando el árbitro expulsó por doble amarilla a David López. Los de Abelardo jugaron con un hombre menos una hora de partido. Eso se notó. Los blanquivioletas dominaron el balón sin problema (terminaron el patido con el 64 por ciento de la posesión ) , aunque sin demasido peligro en la portería perica. El partido se igualaba a balón parado. Por ahí crecían las dudas del Pucela, que por momentos sospechaba que no aprovecharían la superioridad numérica.

El partido lo rompió Carnero, el gran ejemplo de que los fichajes de invierno a veces sí funcionan . Se hizo con el balón en la izquierda, su banda natural, recortó para dentro, llegó hasta el centro, armó la pierna y probó suerte desde fuera del área. Diego López, un poco torpe, dejó en bandeja el cuero a Sandro, que no perdonó. El segundo gol del canario, que entró desde el banquillo para resolver el encuentro. Sergio González no achicó y apostó en el segundo tiempo por juntar en el campo a sus tres delanteros, con Plano y Toni Villa en los costados y solo Alcaraz en la medular. La apuesta, arriesgada pero obligada, le salió a la perfección . Al gol de Sandro le siguió el de Guardiola, el que nunca falla. Carrerón y asistencia de Ünal, el tercer delantero. El míster ya tiene a sus tres arietes enchufados. Cuatro partidos consecutivos marcando.

La de este domingo era la segunda gran final. De momento, dos de dos. Ya ganó al Mallorca fuera de casa y ahora derrota en Zorrilla al Espanyol . Dos rivales directos a los que ha conseguidos vencer este Real Valladolid. Aunque el descenso lo ven algo más lejos, ahora mismo a siete puntos de distancia, a los blanquivioletas les quedan todavía cuatro finales más. Viajará a Leganés el próximo 14 de marzo y recibirá al Celta de Vigo ocho días después. Ya en la jornada 34 se medirá en casa al Alavés y se jugará los penúltimos puntos en la jornada 37 en Eibar.