El PP ofrece pactar que gobierne la lista más votada y los socialistas lo rechazan
Fernández Mañueco apunta que los nombres de los candidatos a presidir las diputaciones puede que se conozcan después de las elecciones
Evitar que los «pactos de perdedores» impidan que gobierne la lista más votada, como ocurrió en 2015 en plazas como Valladolid o Zamora. Es la propuesta lanzada ayer por el presidente del Partido Popular de Castilla y León y candidato a la Presidencia de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, con la vista puesta en las próximas elecciones -el 26 de mayo hay triple cita con las urnas: municipales, autonómicas y europeas-, pero también con poca esperanza de que desde el resto de partidos se sumen a su oferta. De hecho, menos que un caramelo a la puerta de un colegio logró mantenerse en pie ese planteamiento sobre el que el propio Mañueco mostraba sus dudas de que pudiera fraguar, teniendo en cuenta, como recordó, que ya a nivel nacional el PSOE se había opuesto a una propuesta en este sentido. Y en Castilla y León el no tampoco se hizo esperar. La secretaria de Organización de los socialistas en la Comunidad, Ana Sánchez, fue clara y ni siquiera dejó abierta la puerta a la posibilidad de sentarse a hablar al respecto.
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«Estupefacta» ante la oferta dijo sentirse la número tres de la formación de la rosa, para quien Fernández Mañueco «o no se entera de nada o nos toma por idiotas a los ciudadanos y a los responsables políticos» con tal oferta. Tras mostrar sus dudas sobre si esta idea estaba consultada con Génova, en declaraciones a la Cadena Ser, Sánchez aseguró que «no damos seriedad cuando sus hechos desmienten a sus palabras», en alusión al acuerdo en Andalucía para formar gobierno entre PP y Ciudadanos, pese a que el PP fue la segunda fuerza más votada.
No comparar con Andalucía
Fernández Mañueco incidió en su «apuesta clara», desde una «opinión y opción personal» por que «con carácter general» gobierne la lista más votada y en este sentido brindó su mano a «todas las fuerzas» políticas para que suscriban un acuerdo en esta dirección. Sin querer entrar en similitudes con la situación andaluza, en la que los populares defienden la apuesta por el cambio brindado por las urnas tras cuatro decenios de gobierno socialista, el líder del PP argumentó que «no es posible comparar las políticas socialistas de Andalucía con las políticas eficaces de Castilla y León».
Su oferta y apuesta para que gobierne la lista más votada no choca, sin embargo, incidió, con que en el PP «salimos a por todas, a ganar, a por el máximo», recalcó su líder ayer en un acto con los candidatos a las nueve alcaldía de las nueve capitales de provincia de la Comunidad -por ahora los únicos confirmados, además del propio Mañueco-.
«Serán las personas las que decidan el panorama electoral», apostilló, sin querer entrar a hacer cábalas sobre posibles alianzas tras los resultados que arrojen las urnas el 26 de mayo -ni aventurar el peso que pueda lograr el emergente Vox-, en las que él se estrenará como cabeza de lista del PP en las autonómicas. Con una premisa clara, recalcó, la formación de la gaviota «es capaz de gobernar desde el diálogo, el pacto, el entendimiento y el acuerdo bien con mayoría absoluta o relativa» y «ha demostrado» que logra «entenderse con fuerzas muy diversas».
Lo que no quita que la meta a la que miran en el horizonte de esa triple cita electoral sea nítida: «Nuestro reto no es sólo obtener la confianza mayoritaria de los ciudadanos de Castilla y León. Nuestro reto es ganar, pero también gobernar en Castilla y León, en las nueve diputaciones y en la mayoría de los ayuntamientos, empezando por las nueve capitales», incluyendo ayer que «se nos escaparon» en 2015.
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