Un chapuzón en Castilla y León

Una alternativa a la piscina y a la playa son los parajes naturales de Castilla y León . Embalses y ríos aptos para el baño que invitan a darse un chapuzón en sus aguas cristalinas. En 2010 la región contaba con una lista de 35 lugares donde la gente se podía bañar. Un año más tarde, la lista se redujo a 31 zonas de baño. En el periodo estival del 2012, el ranking se ha vuelto a reducir y la comunidad castellano y leonesa cuenta con 29 parajes aptas para los bañistas.

En Aguilar de Campoo se encuentra el embalse con mayor capacidad de la capital palentina y con el mismo nombre que su municipio. En la misma provincia, el embalse de Ruesga, en Cervera de Pìsuerga, ofrece a los bañistas una solución refrescante a las altas temperaturas del verano. En el municipio segoviano de Maderuelo, se encuentra el embalse Linares, perteneciente a la cuenca de los ríos Duero, Riaza y Aguisejo. Zamora cuenta con el paisaje de su municipio, Muelas del Pan, concretamente su presa Ricobayo, construida en el curso inferior del río Esla, invita a realizar una escapada y conocer su turismo. A pocos kilómetros de allí y del mismo río, nace el embalse Valparaíso, en el municipio de Villardeciervos. Una de las provincias que más zonas de baño ofrece es Soria, su embalse Cuerda del Pozo pasa por tres zonas, Cidones, Vinuesa y Soria capital.

En Salamanca, el río Tormes posee una zona de baño en el municipio de Puente del Congosto , lugar de turismo donde se puede visitar también el Castillo de los Dávila y la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. A pesar de la mala fama que posee el río Pisuerga, en Valladolid, su playa artificial entra dentro de la lista de zonas aptas para el baño . Aquellos que no puedan soportar las altas temperaturas de la ciudad y quieran refrescarse en sus aguas, podrán meterse en el río, eso sí, con precaución debido a sus zonas con remolinos. Por último, en el municipio burgalés de Arija, el pantano de Ebro calma, con cada baño, el calor propio de la época estival. Paisajes con ríos naturales o bien, construídos por la mano de obra humana, que invitan a relajarse en este periodo vacacional y conocer un poco más la geografía de la estepa castellano y leonesa.